viernes, octubre 25, 2013

'Grand Piano', gozoso y casi ejemplar suspense

Decía Hitchcock a sus espectadores en el cartel de Psicosis que no desvelaran el final de la película porque no tenían otro. Con aquella primitiva (pero brillante) estrategia comercial, se empezó a dejar claro al espectador de cine que una parte importante de la experiencia que ofrecen las películas de suspense está en eso mismo, en los giros que dejan en vilo, en la sorpresa inesperada, en la tensión que se vive en el patio de butacas al mismo tiempo que en la pantalla, en todo lo que ahora mismo ahoga el márketing y la promoción, con esa desmedida ansia por saber antes de descubrir. Grand Piano es una película que exige algo más que eso. Pide a gritos no contar absolutamente nada sobre ella, no sólo sobre su final, y así dejar que el espectador la descubra poco a poco. Lo que sí se puede decir es que Eugenio Mira, en su tercera película como director ha conseguido una notable y modélica obra de suspense, que siendo muy apreciable no se convierte en un clásico inmediato por la escasa sutileza con las que el guión deja algunas pistas.

La mención a Hitchcock al comienzo de estas líneas no es casual, ya que es la principal inspiración de Grand Piano. Menuda novedad, pensarán algunos. Hitch ha influenciado a incontables directores y películas durante décadas y lo seguirá haciendo sin duda en el futuro. Pero resulta obligado mencionar al maestro cuando un alumno destaca, y Eugenio Mira, desde una posición modesta y trabajada, lo hace. Sin necesidad de adelantar más que el hecho de que la trama se mueve alrededor de un pianista (un buen Elijah Wood), un piano único y un concierto muy especial, es evidente que la referencia para esta película está en el apoteósico clímax que el mago del suspense creó en El hombre que sabía demasiado. Lo que Mira aprende de aquella es no sólo el uso del suspense, sino la perfecta fusión entre imagen y música (es imposible no atender al impresionante efecto metafórico que causa un acorde de violenchelo) y el efecto que tiene sobre ese suspense la espera de una nota concreta.

La otra referencia básica para entender la propuesta de Grand Piano, insisto sin anticipar nada inadecuado, es Buried. Esta es, de hecho, una referencia con la que se quiere vender la película con la famosa etiqueta "de los productores de". Pero esta vez las similitudes con aquel filme están muy presentes. Aunque no son únicos, casi todo pivota en torno a un escenario y un personaje, el director apuesta por planos imaginativos para ampliar su puesta es escena hasta lo sobresaliente y superar los límites del marco escogido para situar la acción, el suspense es el arma definitiva para colocar al espectador en el borde de su asiente durante todo el metraje y éste se condensa en unos muy agradecidos y muy buen montados 90 minutos. El único pero que se puede poner en ese sentido, y después de una formidable introducción en la que se acentúa la soledad del protagonista (algo que cobrará aún más importancia después), es que las pistas para resolver el misterio que se propone al espectador no se ofrecen con sutileza y no es difícil anticipar acontecimientos o la importancia de personajes y objetos.

Para generar ese suspense y conectar las dos referencias principales de la película, Hitchcock y Buried, es esencial valorar en su justa medida la música de Víctor Reyes, uno de los mejores compositores de oberturas que hay en el cine contemporáneo y con evidentes resonanciancias hermannianas (por si es necesario aclaración, de Bernard Herrmann, uno de los más grandes compositores del séptimo arte y el preferido de Hitchcock). Todo ello culmina en una película notable, sobresaliente a ratos y que sólo rebaja mínimamente que se puedan anticipar algunas cosas con cierta facilidad, no así el clímax, brillantemente elaborado... e incluso con alguna perversa pista que puede llevar al espectador por el mal camino, síntoma de una inteligencia que sí está presente en el guión, que rueda con mucha imaginación y gran solvencia. Y un detalle más. Dada la forma en la que se manifiesta uno de los personajes, altamente recomendable ver la película en versión original. Avisados quedáis.

2 comentarios:

Doctora dijo...

Entiendo que quieras respetar al máximo la sorpresa de la peli, te habrá costado escribir así la entrada, pero es que hasta que no vea la peli no voy a terminar de pillar la mayoría de las cosas que has dicho.

De hecho yo ya sé de qué va la historia, pero ya que tú no has querido comentarlo me da palo hacerlo yo también, así que no sé qué más decir.

Bueno, que está bien que Elijah Wood siga haciendo pelis, es un actor que por su apariencia tiene acceso a un tipo de personajes muy limitado.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, eso es cierto. A veces es problemático escribir sobre cine precisamente porque es mejor no desvelar absolutamente nada. Al principio choca un poco ver a Elijah Wood en este papel, pero poco a poco se hace con la peli.