viernes, agosto 02, 2013

'Guerra mundial Z', zombis para todos los públicos

Para decidir si Guerra mundial Z es o no una película que un espectador concreto querría ver, tiene que saber un detalle: no hay sangre. Ni una gota. Es, probablemente, la primera película de zombis en la que la escena más truculenta, la única que hay realmente en las dos horas que dura el filme. no procede del ataque de uno de los no muertos sino de un accidente. Probablemente, esto haga que el público tradicionalmente vinculado al cine de zombis vea Guerra Mundial Z como una cinta blanda y escasamente atractiva. Insisto, hablando dentro de los planteamientos del subgénero. En realidad, es un thriller placentero y amable, de buenas intenciones y un desarrollo aceptable, con algunas escenas tensas, algunas concesiones al cine familiar (de público y de contenido) y algún momento de asumibile comicidad (el momento del refresco). Con menos fuerza de la que requería la historia precisamente por la exagerada pretensión de que no se vean muchas cosas, excesivamente correcta en algunos momentos pero entretenida porque va al grano.

Justo eso es su punto fuerte. No hay respiro y prácticamente desde la primera escena vemos el lío en el que está metido el investigador de la ONU que interpreta Brad Pitt, tan omnipresente como carismático en la película, que tendrá que averiguar como hacer frente a una plaga que está convirtiendo a las personas en seres descerebrados y sin vida que sólo saben satisfacer sus instintos más primarios y van mordiendo a casi todos los normales. Marc Forster rueda las escenas de acción con la adecuada tensión y bastante eficacia, aunque también con cierto grado de aturdimiento del espectador. La idea es no ver con claridad al zombi, al menos durante la primera mitad larga de la película. En el clímax sí se les ve, pero justo ahí está el momento en el que más chirría la obsesiva pretensión de ocultar vísceras y la presencia del rojo sangre hasta extremos que resultan exagerados.

Ese ese el precio a pagar para conseguir el famoso PG-13 que permitirá que el público objetivo sea mucho más amplio y la recaudación mucho más jugosa. No hay en realidad más razón que esa, y ahí sí se pueden realizar críticas a la película. Guerra mundial Z no quiere ser la reinvención del género, sino la consecuencia de una estrategia de márketing. Bien es verdad que, en la consecución de ese objetivo, el entretenimiento parece bastante asegurado. Salvo algún exceso absurdo (la llamada al móvil en el momento más inoportuno) y la argumentalmente poco justificada reticencia del personaje de Brad Pitt a sumarse al equipo que pretende salvar el mundo, el desarrollo de la película es bastante correcto, y lleva la acción a lugares bastante originales, aunque a veces con diálogos demasiado simples y trillados, pronunciados por personajes que tienen poco peso en la trama, y unos efectos visuales demasiado orientados a que se intuya más que verse, lo que rebaja el efecto de algunas secuencias (como la huida de la base militar).

Queda la sensación de que, dentro del buen entretenimiento general que proporciona Guerra Mundial Z, el resultado es demasiado blando. También parece no atisbarse realmente un escenario apocalíptico en el que de verdad esté en juego el futuro de la humanidad, a pesar de que los épicos planos aéreos están entre lo mejor de la película. Quizá la omnipresencia del personaje de Brad Pitt, también productor de la película y en otro trabajo correcto (y en realidad el primero en una película de estas características), juegue en contra del efecto general que produce la película. Cumple con lo que prometía, un fondo muy violento (la forma, insisto, no, porque casi todo sucede fuera de plano) y una realización efectiva. Mientras que quede claro que son zombis para todos los públicos y que Brad Pitt está en todas y cada una de las escenas de la película, es difícil que defraude. Pero saber esas dos cosas es vital, porque por encima de todo es eso y no otra cosa es lo que ofrece Guerra mundial Z.

4 comentarios:

Doctora dijo...

Con razón los fans de la novela han quedado tan defraudados, supongo que el libro será más chungo.

A mí no me gustan las pelis de zombis y admito que el hecho de que no se vean escenas truculentas me anima un poco más a verla en el futuro, pero claro, entiendo que debe quedar bastante ridículo hacer una peli de este tipo pensando en los chavales de 14 años que vayan a verla.

Celia dijo...

No me gustan nada los zombies y me gusto y eso me dio una idea de que a los fans del genero no les habra gustado mucho... Todavia ninguno me lo dijo pero al leerte estoy mas que segura que me lo diran.

Meg dijo...

No he leído el libro y en ese sentido no puedo opinar. Que la peli no sigue el estereotipo zombi típico está claro, supongo que es cierto eso de que es con el objetivo de llegar a más publico. En cualquier caso, me lo pasé pipa viéndola, no da respiro! Esta semana hablaré de ella. Un besote!!!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, esa idea tengo yo también del libro, sí... Los estudios de mercado marcan mucho el cine de los grandes estudios...

Celia, pues probablemente, je, je, je... No es que yo sea fan del género zombi precisamente, pero hay veces que el cuerpo te pide algo más de carnaza con personajes así...

Meg, tiene buen ritmo, por eso entretiene, sí. Te leeré.