lunes, septiembre 27, 2010

'Buried (Enterrado)', una claustrofóbica y angustiosa genialidad

Se dice de vez en cuando que en el mundo del cine está todo inventado. En realidad, se dice de casi cualquier disciplina, pero no suele ser verdad. En el cine desde luego no lo es. De vez en cuando uno se encuentra con propuestas nuevas, arriesgadas, originales y llenas de talento. Buried (Enterrado) es una de ellas. Y una de las más notables de los últimos tiempos, me atrevería a decir, porque se lanza a caminos inexplorados de los que sale con una solvencia portentosa. El viaje emocional que plantea el director español Rodrigo Cortés en su segunda película, la primera en inglés, es una genialidad claustrofóbica y angustiosa. Pero también una gran lección sobre cine, sobre montaje (tarea de la que se encarga el propio Cortés) y sobre puesta en escena. Un filme así no puede dejar indiferente. Por lo que cuenta y por cómo lo cuenta. Y sea cual sea la valoración de cada espectador, ya que el arte relfja sensaciones muy diversas y hay muy pocos absolutos (por no decir ninguno), la película tiene un enorme mérito.

Y es que estamos ante una película de 95 minutos rodada íntegramente en el interior de un ataud. Eso, visto fríamente, sólo puede ser obra de un loco o de un genio. Pero como el cine es algo que hay que ver pasionalmente, con el corazón en la mano, puede que Rodrigo Cortés tenga algo de ambos. Sólo así se puede entender que el director consiga que la película, además, se ruede en inglés y con un actor conocido Ryan Reynolds (visto en Lobezno, será el protagonista de Green Lantern). No hay precedentes para definir a un filme así. Ninguno. Hay alguna película que se puede aproximar por su concepto, alguna incluso con escenas que pueden servirle de referente. Pero nunca se había hecho algo así. El valor pionero que tiene Buried no es el único, ni siquiera el mejor. Y es que estamos hablando de una puesta es escena que invita a la monotonía y, sin embargo, se trata de un filme que mantiene una tensión admirable en todo momento, una tensión humana y una tensión cinematográfica.

La humana es todo un reto. ¿Qué puede pasarle a un hombre durante hora y media en el interior de un ataud para mantener atenta a una audiencia numerosa? Cortés, con un guión de Chris Sparling, encuentra múltiples respuestas a esa pregunta. Aunque algunas escenas bordean la frontera de la caricatura (y siempre hay alguien en una sala capaz de recordártelo con sonoras carcajadas que no todo el mundo entiende ni comparte), nunca pierde de vista el contenido dramático de la situación y de los diálogos. Y aún más. Es capaz de filmar un crescendo emocional en toda regla, pasando por un amplísimo espectro de sensaciones, hasta llegar a un final emocionante y perfecto, que descoloca y al mismo tiempo representa la mejor culminación posible para la historia. Como suele ser habitual con películas que buscan sorpresas y emociones continuas, las sinopsis de Buried desvelan demasiado. Todo lo que dicen lo desgrana Cortés en los primeros 25 minutos de película, una preparación del escenario apabullante y compleja a pesar de la sencillez obligada por el escenario.

Si la tensión humana siempre es complicado conseguirla, y aquí la empatía con el protagonista es total (ayuda y mucho la fantástica labor de Reynolds, muy metido en el papel), la cinematográfica es un constante caminar por el alambre. Hora y media de película y Cortés sale más que airoso del reto. Visualmente, el director no aburre en ningún momento, no abusa de un plano concreto, juega con numerosas posibilidades y arriesga bastante en algunos momentos, hasta el punto de adaptar las leyes de la realidad a lo que desea transmitir. La película ya comienza con un largo plano en negro que pone a prueba la curiosidad del espectador. El silencio es el mejor aliado de Cortés en muchos momentos, pero la música de Víctor Reyes complementa acertadamente algunos momentos (y mete de lleno al espectador en la película en unos títulos de créditos que, salvando las distancias buscando el mismo objetivo que los que Saul Bass y el compositor Bernard Herrmann crearon para algunas películas de Alfred Hitchcock). Y la fotografía de Eduard Grau, con las inmensas limitaciones de partida que tiene por el propio concepto de la película, es magnífica.

Hay quien le ha buscado lecturas políticas a la película. No las tiene. El escenario más allá del ataud (¿por qué revelarlo de antemano?) no condiciona para nada la petensión del director, que lo que maneja es, sencillamente, una situación límite, que empuja a un hombre normal a vivir una historia tan extraordinaria como realista. Buried es una película angustiosa, no apta para gente con fobia a los espacios cerrados. Pero sobre todo es una historia humana que tiene lugar en un escenario inusual, un filme que juega con elementos muy difíciles de controlar y que ofrece hora y media de pura tensión. Y, qué demonios, también es una pequeña gran joya que coloca a su director entre los nombres de los que apetece volver a saber en un futuro muy cercano.

9 comentarios:

Jo Grass dijo...

Tengo mucha curiosidad por ver esta peli, entre otras cosas porque una idea como esta, como bien dices, sólo puede ponerla en escena un loco o un genio, y seguramente Cortés tiene algo de ambas cosas!
besos

Sonix dijo...

Alguien que haya tenido los huevos de hacer una película que está ambientada casi por completo dentro de un atáud, tiene unos cojones considerables, y tengo curiosidad por ver cómo está desarrollada la idea. Si como dices, está bien hecho, puede ser memorable.
La idea está bien, no en vano es uno de los miedos más frecuentes, o al menos lo era antes de que hubiera tantos adelantos.
A ver qué tal...

Utopia dijo...

Cuando vi el trailer dudaba mucho de que se pudiera hacer una película realmente buena con un concepto tan novedoso. O la cagan o hacer una obra maestra... me alegro que a ti te pareciera lo segundo. Ahora tengo ganas de verla aunque el hecho de que la produza Miki Nadal es un poco... ¿extraño?

José Vte. dijo...

Yo realmente tengo muchas ganas de verla, las espectativas son excelentes, y las críticas que vienen de EEUU tambien.
Tiene pinta de una película valiente y arriesgada. Veremos

SK dijo...

Creo que esta me quedo sin verla, es una fobia de la infancia que quiero que se quede allí...
Aunque la presentas tan bien que no sé si podré pasarme sin ella...
La curiosidad mató al gato, dicen..
:)

Juan Rodríguez Millán dijo...

Jo, casi te diría que más de genialidad. Espero que te guste, ya me contarás...

Sonix, es una apuesta muy valiente, ya te digo yo que sí. Y clasutrfóbica de verdad. Seguro que esa la comentas por tu blog, je, je...

Utopía, extraño es, desde luego, ver ese nombre entre los productores. Pero que nadie se asuste que no hay nada extraño en la película por ello.

Jose Vte, ya digo que me parece muy valiente. Y cuando se es tan valiente, las cosas acaban por salir bien. Creo que las buenas críticas son más que merecidas.

SK, también dicen que la mejor forma de superar los miedos es afrontarlos, ¿no...? La película es claustrofóbica, eso sí te lo digo, por mucho que defienda que merece la pena verla. Tú misma... Y espero que esa fobia no te dé mucha lata...

VAN dijo...

Vi el trailer y pensé "yo no voy a ver esto ni de broma", pero curiosamente una amiga esta mañana me ha dicho que es una pasada y ahora tú... acabaré viéndola...

Unknown dijo...

Aunque en algunos momentos tuve que desviar al mirada de la pantalla (claustrofobia) es muy buena, indiferente no te deja!

VAN dijo...

La he visto hoy y debo decir que me ha impactado muchísimo aún sabiendo cómo acaba! Lo he pasado muy mal, he llegado a apagarla pensando que no podía seguir viéndola, pero la he terminado... es una muy buena película, eso sin duda, aunque su dureza a mí me ha dejado tocada.