sábado, marzo 29, 2008

El primer y para muchos mejor Bond... ¿villano de Bond?

El cine depara, de vez en cuando, paradojas divertidísimas. ¿Cómo si no habría de interpretarse que Sean Connery pueda ser el villano de una futura película de James Bond? Nada es seguro todavía. El Daily Mail acaba de publicar unas declaraciones del propio Connery apuntando la posibilidad de regresar a la saga pero en el bando opuesto, como malo de la función. Y, por mucho que duela al hablar de un actor de la categoría de Connery, es obligatorio recordar el principal intento de este intérprete de ser la némesis del héroe en una película, la horripilante adaptación cinematográfica de la mítica serie Los Vengadores.

Hecho ese triste paréntesis, es obvio que hay pocas personas como Sean Connery que puedan conocer mejor la saga de James Bond, después de haber dado vida al espía británico en siete ocasiones. Y, además, a Connery le gusta el giro que se ha dado en la historia y el nuevo agente 007 del siglo XXI. "Daniel Craig es una elección fantástica. Creo que van a volver a un tipo de película de Bond más realista, no creo que pudieran haber ido mucho más lejos con los efectos especiales", explica el actor escocés.

¿Y de qué depende que Connery vuelva a la saga de James Bond? Como siempre, del sueldo, y más teniendo en cuenta que Connery es hoy un actor retirado que, incluso, rechazó participar en la cuarta entrega de Indiana Jones (dijo entonces que era muy difícil sacarle de su retiro y que si había un papel que podría haberlo hecho era precisamente el de Henry Jones Senior). "No me importaría volver como villano, pero no creo que me pagasen el suficiente dinero", añade Connery, como si quisiera frenar la más que segura euforia que vivirán en estos momentos los seguidores del agente secreto más famoso y rentable de la historia del cine. Al parecer, el escocés suele pedir cheques de más de 10 millones de euros para sacarle de su retiro.
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Sin ser un gran seguidor de la saga, admito que ver a Connery enfrentándose a Bond me parecería fantástico. Pero si no es posible (por razones económicas o de salud; hay que recordar que Connery se ha enfrentado a un cáncer de gargante del que afortunadamente se declara recuperado), es obligado que los productores de la mítica saga le ofrezcan, al menos, un cameo. De momento, los actuales responsables de Bond se han reunido con Connery para hacerle llegar sus ideas. No sería, en todo caso, para la próxima entrega de la saga, Quantum of solace, que ya se está rodando, sino para un título futuro.

lunes, marzo 24, 2008

10 PELÍCULAS... que hacen su peculiar homenaje a 'Star Wars'

Decir a estas alturas que Star Wars cambió la historia del cine no es descubrir algo nuevo. Decir que influyó de forma decisiva a un par de generaciones de los actuales directores de cine, tampoco. Muchos han querido dejar constancia de su admiración por la saga galáctica de George Lucas con los más dispares homenajes a Darth Vader, Luke Skywalker y compañía. Son innumerables los que se han visto en las tres últimas décadas, y no sólo en el mundo del cine, sino también en el de la música o la televisión. A veces son diálogos, a veces imágenes, a veces chistes más o menos privados. Estas son, por orden alfabético, diez películas que hacen su peculiar homenaje a Star Wars.
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CLERKS (1994), DE KEVIN SMITH

Casi toda la filmografía de Kevin Smitg está plagada de referencias a Star Wars (incluso en el título de una de sus películas, Jay y el Silencioso Bob contraatacan, haciendo referencia al Episodio V), pero la más recordada por los fans es la de Clerks. En esa película se ve a dos de sus protagonistas manteniendo uno de los debates más clásicos de los aficionados a la saga galáctica, qué episodio es mejor, si El Imperio contraataca o El retorno del Jedi. Y debatiendo también sobre la cantidad de personal civil que tuvo que matar la rebelión al destruir la segunda Estrella de la Muerte, todavía en construcción...

COCOON (1985), DE RON HOWARD

Star Wars ha dejado frases inolvidables, pero destaca una por encima de todas las demas: Que la Fuerza te acompañe. En el cine se ha escuchado muchas veces, pero particularmente simpática fue la del final de Cocoon. Cuando los alienígenas se disponen a marcharse de la Tierra con ese grupo de jubilados que ansían la eterna juventud, el personaje de Steve Guttenberg, capitán del barco que alquilaron para encontrar a sus compañeros ocultos en el fondo del mar, se despide de la única mujer de la expedición con esa frase. ¿Qué mejor forma de despedir a alguien que no es de la Tierra que con ese deseo...?

E.T. EL EXTRATERRESTRE (1982), DE STEVEN SPIELBERG

Sabido es que Steven Spielberg y George Lucas son grandes amigos desde hace muchísimos años. Por eso, no extraña ver constantes guiños a Star Wars en las películas de Spielberg. La broma privada más celebrada fue la de E.T. En la fiesta de Halloween, el entrañable ser de otro planeta, disfrazado de fantasma con una sábana, ver a un chaval disfrazado de Yoda. Y se va detrás de él diciendo "mi casa, mi casa". Lucas le devolvió la gracia a Spielberg en el Episodio I, La amenaza fantasma, incluyendo una delegación de E.T.s en el Senado Galáctico.

EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA (1981), DE STEVEN SPIELBERG

Uno de los guiños más desconocidos a Star Wars es el que incluyó Spielberg en En busca del Arca perdida. ¿Cómo enlazar Star Wars con la historia de un arqueólogo que está buscando el Arca en la que Moisés depositó las tablas de los diez mandamientos? Muy sencillo. Se busca una pared llena de jeroglíficos y se coloca, a la vista pero pasando desapercibido, un relieve con la forma de R2-D2 y C-3PO. ¿No lo vísteis? Pues está en la foto, en la columna que hay a la izquierda de Indy, justo a la altura del hombro del arqueólogo más famoso de la historia del cine...


ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE (1977), DE STEVEN SPIELBERG

El primer guiño de Spielberg a Lucas fue en una película que se estrenó el mismo año que el primer episodio de la saga galáctica. En la espectacular e inolvidable secuencia final de Encuentros en la tercera fase, la de la llegada de la nave nodriza, un detalle se le pasó a mucha gente. Cuando vemos por primera vez esa inmensa nave se puede apreciar (en la foto junto a los focos) una unidad R2 pegada boca abajo al casco. Es la primera vez que se vio a un astrodroide con esa función. Para ver algo similar en la mitología de Star Wars hubo que esperar al Episodio I, en 1999, cuando varias unidades R2 trataban de reparar la hipervelocidad del crucero de la reina Amidala, de Naboo.

ERAGON (2006), DE STEFEN FANGMEIER
Tras el asesinato de su tío, a manos de las fuerzas de un malvado tirano, un joven decide buscar su destino junto a un anciano maestro que le ayudará a controlar sus nuevos poderes. Para ello, tendrá que salvar a una valerosa y hermosa joven, cautiva de ese dictador y unirse a la rebelión. ¿La guerra de las galaxias? Sí, pero también Eragon. Toda la película (y todo el libro en el que se basa) es un guiño continuo a la historia de Star Wars. Pero el mejor homenaje es este plano, del joven protagonista antes de emprender su epopeya, mirando la puesta de sol. Luke Skywalker hizo lo mismo en Tatooine en el Episodio IV.

MEN IN BLACK (1997), DE BARRY SONNENFELD
Men in black se basa en que, sin saberlo, estamos rodeados de alienígenas. Muchos famosos son, en realidad, seres de otros mundos que viven en la Tierra. En la agencia que controla su presencia en nuestro planeta, se llega a ver un inmenso panel con el que los agentes especiales del Gobierno norteamericano controlan a varios de ellos. Y George Lucas, como no podía ser de otra forma, es uno de esos extraterrestres. Le vemos, de hecho, trabajando en el guión del Episodio I. Bien pensando, esto explicaría muchas cosas de su prodigiosa imaginación para crear universos como los de Star Wars...


REGRESO AL FUTURO (1985), DE ROBERT ZEMECKIS
Cuando Marty McFly viaja desde los años 80 a los 50, tiene la ventaja de tener una información cultural que sus futuros padres no tenían en ese momento... Y como tiene que convencer a su padre de que salga con su madre para seguir existiendo, puede recurrir al miedo de los Sith. De esta guisa se presenta en casa de su futuro padre para decirle que es Darth Vader y que tiene una misión para él: llevar a su futura esposa al famoso baile. Claro que el amigo Marty no debía llevar muy bien la vieja rivalidad entre Star Wars y Star Trek... Dice ser Darth Vader, pero también que viene del planeta Vulcano y hace el saludo que tantas veces vimos hacer a Spock...

TITÁN A.E. (2000), DE DON BLUTH Y GARY GOLDMAN
Cualquier película de ciencia ficción que se haya hecho después de 1977 ha tenido que sufrir las inevitables comparaciones con Star Wars. Titán A.E. es quizá una de las que más y mejor se haya acercado al espíritu desenfadado de la primera entrega de la saga galáctica. El homenaje, además de la historia en si misma, se puede ver en la imagen. ¿A qué os recuerda una parte de esos deshechos espaciales...? ¿No es la mismísima Estrella de la Muerte lo que se puede ver justo abajo en el centro de la foto...? ¿Quién habrá sido el rebelde que habrá tirado a la basura una estación espacial tan poderosa como ésa...?

TOY STORY 2 (1999), DE JOHN LASSETER
Son muchos los guiños en Toy Story a Star Wars, sobre todo en la secuela de la maravillosa película de Pixar. La escena inicial, la de Buzz Lightyear adentrándose en la fortaleza de Zurg tiene muchos que pueden pasar muy desapercibidos. Ahí se puede escuchar el sonido de la respiración de Darth Vader, de los blasters o de los sables de luz. Pero el guiño definitivo es cuando Buzz y Zurg se ven las caras. El héroe se niega a rendirse y acusa al tirano de haber matado a su padre. La respuesta de Zurg... ¿Realmente hace falta que diga cuál es la respuesta de Zurg...?

sábado, marzo 22, 2008

'10.000', una correcta aventura

Cada vez que llega a los cines una película de Roland Emmerich, los críticos se frotan las manos. ¡Es hora de despedazar un estreno! Por eso, esta vez el director ha adoptado medidas preventivas: los críticos no pudieron ver la película antes del estreno. No hubo pase de prensa. Quizá así Emmerich ha conseguido algún espectador más porque, efectivamente, en cuanto la han visto, los críticos han masacrado 10.000. Y tampoco es para tanto, la verdad, porque 10.000 es una correcta película de aventuras, sin más, algo vacía pero lo suficientemente espectacular como para llenar algo menos de dos horas de entretenimiento. Pero ya se sabe que la crítica es así...

Emmerich se dio a conocer con Stargate (antes había hecho Soldado aniversal, pero aquella , mucho más que una película de su director, era el título que unía a dos de los forzudos de moda en los 80, Jean-Claude Van Damme y Dolph Lundgren), una entretenidísima aventura de ciencia ficción. Después realizó Independence Day, un filme que la gente se tomó demasiado en serio para disfrutarlo en su justa medida. El patinazo de Godzilla fue enorme (ni pies ni cabeza en una grandilocuente demostración de que el dinero no garantiza una buena obra de acción), y después dirigió El patriota (la única de todas estas que no he visto) y El día de mañana (sin ser nada del otro mundo, mejor de lo que esperaba). Emmerich no un director ni bueno, ni malo. Es un correcto profesional que un día se creyó muy bueno pero que tampoco es tan malo.

10.000 recupera para el cine el periodo de la prehistoria, ese que tantos delirios provocó en los años 60 con películas del tipo Hace un millón de años (con una espectacularmente imposible Rachel Welch), esas en la que los dinosaurios eran la principal preocupación de los hombres de la época. La película de Emmerich no tiene tampoco rigor histórico alguno (ni en el argumento, ni en los escenarios ni en el aspecto visual de los personajes). Pero aceptado ese lastre (cada día más inevitable en el cine actual, especialmente en el norteamericano), no deja de ser una correcta película de aventuras, en la que un hombre se enfrenta al destino por el amor de la mujer que quiere y por la libertad de su pueblo.

El guión es bastante tópico, pero avanza con cierta corrección. Los actores, ninguno de ellos demasiado conocido, simplemente cumplen con lo que se les pide: actuar con cierta credibilidad frente a una pantalla verde que después se rellenará en postproducción con el entorno fantástico en el que transcurre la historia. Lo mejor, sin duda, son las escenas de masas en el tramo final del filme, que recuerdan al cine de otra época. Porque, a pesar de los efectos especiales por ordenador (bastante visibles en las apariciones del tigre de dientes de sable o las de los mamuts), el tono que Emmerich le da al filme pretende ser bastante clásico. Los movimientos de cámara son pausados, la acción se ve perfectamente, se prescinde del ritmo de videoclip que tanto daño ha hecho en el cine moderno de acción y aventuras.

Emmerich se permite el lujo plagiar lo que todos han plagiado ya en el más reciente cine de aventuras: las grandes panorámicas se ofrecen como Peter Jackson las rodó para su trilogía de El Señor de los Anillos, con un amplio movimiento circular que permita ver todo el horizonte. Ya no hay caminar de protagonistas en este tipo de cine que no haga clara referencia a la visión cinematográfica de Tolkien. Ya no se puede planificar una escena así de otro modo. El propio Emmerich se plagia a sí mismo en el tramo final de la película, donde es inevitable recordar algunos momentos de Stargate.

Una curiosidad para acabar. Durante toda la proyección de 10.000, tuve la sensación de que había visto antes a la actriz protagonista. Su nombre es Camilla Belle y tiene 21 años. Demasiado joven para recordarla por alguna película reciente, pensé. Y me puse a buscar es su filmografía. Y entonces me di cuenta. ¡Camilla Belle es la niña que aparece al comienzo de El mundo perdido, la secuela de Parque Jurásico! Cómo pasa el tiempo, madre mía...

jueves, marzo 20, 2008

'2001' se queda totalmente huérfana

Años después de que muriera Stanley Kubrick, 2001: Una odisea del espacio se ha quedado totalmente huérfana. La muerte de Arthur C. Clarke es el adiós de uno de los padres de la ciencia ficción del siglo XX. Era un visionario, un hombre adelantado a su tiempo. Quizá no un grandísimo escritor (aunque esto, como todo lo que tiene que ver con el arte, es discutible), pero sí un tipo de una imaginación prodigiosa. Y a él, además de a Kubrick, se le debe uno de los más grandes e importantes iconos de la historia del cine (y no sólo de la ciencia ficción).

Y es que 2001 no es sólo una película de ciencia ficción. Es, para empezar, una visión del futuro. Clarke publicó en 1948 El centinela, un relato que se convirtió en la base de 2001. Kubrick convenció al escritor para hacer juntos y al mismo tiempo una novela y una película. Ocho meses trabajaron juntos para presentar un guión a la Metro Goldwyn-Mayer. Y cuando dos genios trabajan juntos, lo normal es que acaben distanciados. Kubrick introdujo cambios en el guión y Clarke se centró en su novela, que se publicó muy poco después del estreno de la película, en 1968.

Como prueba de la visión de futuro de 2001, aquí va un párrafo de la novela. "Hizo aparecer (en su pantalla) los principlaes diarios electrónicos del mundo; sabía los códigos de los más importantes de memoria. Mantenía la portada en pantalla mientras recorría rápidamente los titulares en busca de las noticias que le interesaban. Cuando las pinchaba, el rectángulo del tamaño de un sello se expandía hasta llenar toda la pantalla y podía leerlas cómodamente". Y después añade: "Cuanto más maravillosos eran los medios de comunicación, más triviales y deprimentes parecían ser sus contenidos". No sólo predijo cómo sería Internet, sino que se aventuró a calificar cómo serían sus informaciones. Y estábamos a finales de los años 60.

Decía Clarke en su 90 cumpleaños (que lo celebró el pasado 16 de diciembre, bien poco antes de su muerte) que uno de sus pesares era no haber visto en vida pruebas irrefutables de la existencia de vida extraterretre. Seguro que alguien se lo acaba contando, esté donde esté. Hasta siempre, visionario.

jueves, marzo 13, 2008

Adiós a la Criatura de la Laguna Negra

Si escribo que ha muerto Ben Chapman seguro que nadie sabe de quién estoy hablando. Lo triste es que seguro que mucha gente tampoco sabrá mucho más si digo que era el hombre que estaba dentro del traje de la Criatura de la Laguna Negra, en la película que en España se tituló La mujer y el monstruo. Es un pequeño clásico de terror de los años 50 que no demasiada gente conoce y que, dentro de la incultura de cine clásico que se propaga cada vez más, cada vez conocerá menos gente. Pero el caso es que Ben Chapman ha muerto a los 79 años. Es el responsable de un pequeño gran recuerdo de mi imaginario fantástico. Y por eso quería recordar su figura y la película.

La mujer y el monstruo se estrenó el 5 de marzo de 1954. Hoy se considera a este título como parte de los clásicos de terror de la Universal (y como tal se comercializó en la colección de DVDs que vio la luz hace unos años), a pesar de haber sido rodado dos décadas más tarde que los títulos más emblemáticos, el Dracula de Bela Lugosi o el Frankenstein de Boris Karloff. El director fue Jack Arnold, director clásico de fantasía de los años 50, responsable de películas como El increíble hombre menguante o Tarántula, que acabó su carrera en televisión. La mujer y el monstruo fue una de las primeras películas en rodarse con la técnida de 3-D.

Ben Chapman no era un actor. Él fue quien dio vida a la Criatura de la Laguna Negra en las escenas rodadas en superficie. Para las (impresionantes para la época) tomas bajo el agua se contó con Ricou Browning, un nadador profesional que tuvo que aguantar la respiración hasta cuatro minutos para que se pudiera cumplir el deseo de que no se vieran las burbujas de oxígeno bajo el agua. A Chapman le pagaban 300 dólares a la semana por enfundarse el traje del monstruo. No tuvo nunca una carrera en el mundo del cine, apenas un par de pequeños papeles. Pero siempre será la Criatura de la Laguna Negra. La gente le recordaba por ello. Le pedía autógrafos, se hacía fotos con él y acudía a convenciones con cierta regularidad.

No deja de ser curioso que Hollywood esté preparando para este mismo año un remake de La mujer y el monstruo. Breck Eisner (Sahara) será su director. La criatura la encarnará Brian Steele, un tipo con mucha experiencia bajo el maquillaje de monstruos de cine. No en vano ha participado en las dos películas de Hellboy (la segunda llegará este mismo año a las pantallas) y Underworld o en La joven del agua. No es que un remake de este tipo me inspire mucha confianza, pero sólo por el cariño que le tengo a la película original es más que probable que la vea.

martes, marzo 11, 2008

'Interview': La imagen engaña

Interview es una película muy notable que no demasiada gente conocerá. Para darle el valor que merece, hay que comenzar diciendo que es un remake de una película holandesa del mismo título, dirigida en 2003 por Theo Van Gogh, ese realizador que fue asesinado en 2004 por un islamista holandés de origen marroquí. Steve Buscemi, uno de los actores favoritos del cine independiente norteamericano, ha dirigido este remake, el primero de una serie de tres interpretaciones en Estados Unidos de películas anteriormente realizadas por Van Gogh. Buscemi se reserva para sí mismo el papel principal de la película.
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La historia que cuenta es, en apareciencia, sencillísima. Un periodista político se ve degradado a entrevistar a una joven actriz, protagonista de culebrones y películas de terror. El encargo le parece aburrido y banal, y muestra total desinterés durante la entrevista. Por eso, la personalidad del periodista no tarda en chocar con la de la actriz, pero, poco a poco, la situación se va transformando. La guerra entre periodista y actriz se convierte en una guerra entre dos personalidades más parecidas de lo que parecía y, sobre todo, en una guerra de sexos. Ni ella ni él son personas tan seguras como aparentaban al principio, ni ella ni él son lo que aparentan en absoluto.
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Y es que la imagen engaña. Sienna Miller tiene una imagen. Es una guapísima actriz de 26 años que, hasta hoy, es mucho más famosa por las noticias que genera más allá de la pantalla, primero su relación con Jude Law, ahora su futuro matrimonio con Rhys Ifans, que su trabajo como intérprete. Con una filmografía en la que aparecen películas como Casanova o el remake de Alfie, no había conseguido llamar la atención como actriz. Interview es la primera película que veo en la que Sienna Miller es la protagonista (también la vi en Stardust). Y la impresión que me ha provocado es fabulosa. Crea un personaje creíble e intenso, hace una interpretación de lo más interesante y a la vez provocadora. Es capaz de cambiar de registro con una gran naturalidad. Una mujer sexy en el aspecto físico, pero también una mujer interesante en otros planos. Brillante de verdad. Y toda una sorpresa, precisamente por esa imagen que tiene.
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Buscemi también tiene una imagen, ya lo he mencionado más arriba. Es un icono del cine independiente. Pero para poder dedicarse a ese mundo, trabaja habitualmente en otro tipo de cine mucho más comercial. Es bastante frecuente verle prestando su voz a personajes a dibujos animados (Monster House no hace mucho) y ha aparecido, se supone que sólo para ganar dinero, en películas como La isla, un par de entregas de Spy Kids o Armageddon. Su imagen aquí no engaña. Es un actor que impresiona en cada papel que hace. En Interview impresiona con registros muy diferentes de los que enseñaba, por ejemplo, en Fargo o El gran Lebowski. Pero impresiona. Es un muy buen actor. Y también un competente realizador. Interview es su tercera película como realizador, la primera que veo. Y me lo apunto para el futuro.
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Además de por su dirección y por sus interpretaciones (de los dos personajes que copan la práctica totalidad de la película) Interview engancha también por un guión muy inteligente (cuyo verdadero valor, como el de la película en su conjunto, depende de lo que suponga la película original, que no he tenido el placer de ver). Da gusto ver una historia tan centrada en el desarrollo de los personajes y de las situaciones. Da gusto escuchar diálogos inteligentes y apropiados. Interview, que no deja de ser una película independiente, con todo lo que ese supone de límite a su distribución y difusión, se convierte en un título muy recomendable. Enseña mucho sobre la vida, sobre el periodismo y sobre el show business. 80 minutos de muy buen cine.

jueves, marzo 06, 2008

'Watchmen', las primeras fotos y la comparación con el cómic

Que el cómic es una fuente de inspiración para el cine ya no es noticia. Que Watchmen, LA Novela Gráfica por excelencia y en mayúsculas, tenga su película sí lo es. Luego explico de qué va esto de Watchmen, pero primero os pongo las fotos de cinco de los principales personajes (junto al nombre del actor que lo interpreta), que acaban de difundirse, y la comparativa con las viñetas.

RORSCHACH - JACKIE EARL HALEY
BÚHO NOCTURNO - PATRICK WILSON
ESPECTRO DE SEDA - MALIN AKERMAN
OZIMANDIAS - MATTHEW GOODE
EL COMEDIANTE - JEFFREY DEAN MORGAN
¿Qué tiene Watchmen de especial con respecto a otros cómics? Absolutamente todo. Para muchísima gente, se trata de la mejor novela gráfica que se haya publicado jamás (yo no soy capaz de decidirme entre ésta, V de Vendetta y El regreso del Señor de la Noche, la dos primeras de Moore y la tercera de Frank Miller). La revista Time la incluyó en la lista de las 100 mejores novelas escritas en lengua inglesa desde 1923, lista que hizo en 2005. Es la única novela gráfica que aparece en ese centenar de títulos. Y fue la primera de esta género en conseguir el Premio Hugo, concecido a autores de ciencia ficción y fantasía.
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Watchmen es la historia definitiva del género de superhéroes, realizada con personajes ajenos a los más conocidos del género y ambientada en una época en la que todos ellos están retirados. El cómic trascurre en 1985 (fecha que, seguro, se cambiará para el film para hacerlo más futurista), en un Estados Unidos que se encuentro a punto de entablar una guerra nuclear con la Unión Soviética. La obra constituye una ruptura sin precedentes del mito del superhéroe, dotándole de problemas muy humanos, sin olvidar la eterna lucha del bien contra el mal con el futuro del mundo en juego. Es un guión apasionante, brillante, una inteligente mezcla de géneros y de estilos. Una obra de arte.
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Su guionista fue Alan Moore, un tipo que se lleva muy mal con Hollywood, pero que ya ha visto como varias de sus novelas gráficas saltaban a la gran pantalla. La más reciente y la más lograda, sin duda, es V de Vendetta, sobre todo tras los fallidos intentos de adaptar From Hell y La Liga de los Hombres Extraordinarios. El dibujo corrió a cargo de Dave Gibbons, que sí figurará acreditado en la película, al contrario que Moore, que rechaza toda relación con cualquier película que se haga de su trabajo. El cómic fue una miniserie de 12 números, después recopilados en un solo tomo (una magnífica edición se publicó en España hace no demasiado tiempo).
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Cuando se anunció que se iba a hacer una adaptación cinematográfica, el mundo comiquero se echó a temblar. Es dificilísimo hacer una película de Watchmen, una obra tremendamente densa y compleja, con la que Moore trató de superar el tópico del infantilismo del cómic. Insisto, dificilísimo. El director es Zack Snyder. Conocer su nombre tranquilizó mucho a la gente, sobre todo después de su brillante adaptación de otro cómic, 300, de Frank Miller. Pero la tarea sigue siendo ingente. Las primeras fotos tienen muy buen aspecto (salvo las dudas que despierta Ozimandias, ya que el look recuerda demasiado a los nefastos Batman que hizo Joel Schumacher) y prometen, pero Watchmen es mucho más que su imagen. Muchísimo más.
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El estreno de la película está previsto para el 6 de marzo de 2009. Estaremos muy atentos. Porque, como decía la propia novela gráfica, en una frase que se ha apropiado la promoción de la película... "¿Quién vigila a los vigilantes?".

domingo, marzo 02, 2008

Entretenido 'En el punto de mira'

Muchas veces me he planteado lo fácil que es masacrar una película en una crítica, en unas pocas líneas. Al fin y al cabo, qué importa censurar el trabajo de personas que ni me van ni me vienen, ¿no...? En el punto de mira es una película que se presta a una crítica agresiva, fácil, dura, que corte de cuajo toda la ilusión que pueda despertar en un potencial espectador que no tengo muy claro si ir a verla o no. Podría decir que es previsible, que la historia y muchos detalles son absolutamente inverosímiles, que no es más que otra peliculita de acción de Hollywood, un género que es fácilmente despreciado desde muchos ámbitos, que la comparación de su estructura narrativa con el Rashomon de Akira Kurosawa no se sostiene...
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Eso sería lo fácil. Poner el listón elevadísimo para una película que sólo busca hora y media de diversión. Pero es que me lo he pasado muy bien viéndola, así que voy a ir contracorriente y voy a proclamar que es un entretenido filme de acción que, con todas sus limitaciones, deja muy buen sabor de boca. Una película de acción que sabe que no puede ir más allá de la hora y media y no se eterniza inútilmente. Un trabajo, el primero en Hollywood del director Pete Travis (Omagh), que no engaña, que sabe lo que ofrece y lo vende bien. Y que, por encima de todo, demuestra que el cine de Estados Unidos ha superado el miedo post 11-S, que ya no se asusta como hace pocos años en mostrar los resultados de atentados terroristas. Y eso no es poco en los tiempos que corren.
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No es un ejercicio filosófico profundo, que nadie espere algo así. Pero la estructura de la película es brillante, está bien resuelta, y culmina con una gran persecución automovilística, de esas que emocionan, bien rodada y bien montada. Lo que se nos cuenta nos lleva a Salamanca. En la ciudad española se celebra una cumbre mundial contra el terrorismo. Y en plena Plaza Mayor, cuando se está inaugurando esa cita, el presidente de los Estados Unidos es tiroteado. Ese mismo relato lo vemos, sucesivamente, desde el punto de vista de ocho personajes que tienen mucho que decir en su desarrollo y en su desenlace. La estructura funciona a la perfección. Poco a poco se deslizan pistas y elementos clave para desentrañar el misterio de lo sucedido. Y engancha, la historia engancha mucho. Por muy inverosímil que pueda ser, que lo es. Pero, al fin y al cabo, es sólo una película.
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Como decía, la historia tiene lugar en Salamanca. Pero que nadie busque elementos de la ciudad charra en la película más allá de su plaza mayor. En el punto de mira está rodada en México y, de hecho, el ambiente es demasiado chicano, a pesar de que, de vez en cuando, se deslice alguna expresión española, española (no tiene precio ver a un conductor gritando desde su coche "atontao" o a otro salir y decirle a Dennis Quaid "qué pasa, hombre"). Eso sí, es muy curioso ver planos de la Plaza Mayor repletos de banderas españolas ¡e incluso ver dos banderas de Castilla y León!. Pero el detalle que más me ha gustado es ver, entre los manifestantes contra Estados Unidos una pancarta con el lema No en mi nombre, tan utilizado en aquellos días previos a la guerra de Irak. Alguien de producción ha hecho bien los deberes para incluir esa pancarta.
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Además de la estructura (que hace que la película sea bastante mejor de lo que habría sido narrada de forma lineal; salvando las distancias formales,un efecto parecido al de Memento), En el punto de mira destaca por un buen reparto. Dennis Quaid (siempre es un gustazo verle, sobre todo para los que hemos crecido con sus películas de los años 80, como Enemigo mío o El chip prodigioso), Forest Whitaker (quizá el personaje más prescindible), William Hurt, Sigourney Weaver... y Eduardo Noriega, en su primera experiencia al otro lado del océano. El del español es el papel quizá más inconsistente de la película, pero no desentona y eso siempre es positivo. Y disfruté con la pegadiza música del islandés Atli Orvarsson, un nombre más de la factoría musical de Hans Zimmer al que habrá que seguir para ver si confirma las expectativas.
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He escrito sobre lo mejor de En el punto de mira porque yo me lo pasé bien. ¿No es eso lo mínimo que le podemos pedir a una película...?