domingo, diciembre 30, 2007

Lo mejor y lo peor de 2007

Se acaba 2007, momento de hacer repasos y balance, momento de hacer esas listas con las que casi nadie suele estar de acuerdo pero que son tan personales como los gustos de quien las firma. De las 38 veces que he ido a una sala de cine en los últimos doce meses, estas son, por orden alfabético, mis diez películas del año.

300
Toda una sorpresa por venir de un director casi desconocido como Zack Snyder. La extraordinaria novela gráfica de Frank Miller encuentra una adaptación tan fiel como fresca. Una muy particular y nada histórica visión de la batalla de las Termópilas, espectacular como pocas y tremendamente original en un género tan desgastado ya como es la acción.

AMERICAN GANGSTER
A la crítica le encanta menospreciar a Ridley Scott. American Gangster no ha sido una excepción, a pesar de ser una película poderosa y visualmente excepcional, de contar con dos actores magistrales (Denzel Washington y Russell Crowe) y de tocar un género habitualmente del gusto de la prensa especializada. Con sus defectos, que los tiene, una película espléndida que seguro mejorará en el DVD, como es habitual en Scott.
APOCALYPTO
Mel Gibson sabe rodar como pocos. Después de La Pasión, demuestra que sigue en plena forma por mucho que sus escándalos personales taparan la grandiosidad de esta película. Mantener la tensión de una persecución que dura casi una hora es una genialidad. Rodada en idioma maya, da una importancia capital a la imagen y al sonido, mayor que al lenguaje, y evita la gran lacra del cine actual, los superfluos diálogos. Una joya.

CARTAS DESDE IWO JIMA
Que Clint Eastwood es uno de los grandes de la historia del cine es algo que está fuera de toda duda. Cartas desde Iwo Jima es una de sus mejores películas, lo que es mucho decir para un director que ha dirigido ya un puñado de obras maestras. Brillante relato antibélico, rodada casi íntegramente en japonés y desde el punto de vista japonés. Ken Watanabe se consolida como uno de los mejores actores del momento


EL BUEN PASTOR
Robert de Niro es un inmenso actor, por más que no pare de aburrirnos con comedias indignas de su talento. También es un gran director, como ya apuntó hace demasiados años con Una historia del Bronx. El buen pastor, la complejísima historia de gestación de la CIA, lo confirma. Grandísimo reparto (qué alegría volver a ver a Joe Pesci en un título importante) para una película valiente. Demasiado inteligente para los tiempos que corren, el público le dio la espalda.

LA VIDA DE LOS OTROS
Película valiente y más actual de lo que muchos creen. Un espectacular guión desemboca en uno de los finales más hermosos del cine moderno. La frescura de un puñado de actores, desconocidos para el gran público por ser alemanes, completa dos horas increíbles de cine. La historia te agarra como pocas durante todo el metraje y compararla con el cine español sólo hace sentir envidia.

MICHAEL CLAYTON
Un buen guión y un puñado de grandes actores siempre darán una buena película. George Clooney se consolida como un buen actor, pero le superan Tom Wilkinson, Sydney Pollack y una Tilda Swinton que huele a Oscar aunque no se lo den. Brillante climax final, la quintaesencia del plano-contraplano entre dos actores, Clooney y Swinton, que deslumbran ahí más que nunca. Comprometida y necesaria.

RATATOUILLE
Una genialidad más de Pixar, esta vez con el sello de un director que lleva camino de ser uno de los grandes, Brad Bird (Los Increíbles, El gigante de hierro). Un guión exquisito, una historia maravillosa, unos personajes deliciosamente perfilados, una música preciosa, una animación portentosa. Lo tiene absolutamente todo para divertir a los más pequeños y para deleitar a los mayores con casi dos horas de puro cine. Y París, qué maravilla...

SPIDER-MAN 3
Criticada con saña, para mí un cierre brillante a una trilogía que ha hecho historia en el moderno cine fantástico. Con sus lagunas en el guión y sus absurdas concesiones a la simplicidad, es un espectáculo de primera magnitud. Peca de un afán de querer incluir demasiadas cosas. Grande el Spider-Man negro y malvado, grande Venom. Los últimos 20 minutos, un sueño hecho realidad para todo fan del cómic.

STARDUST
La mejor película fantástica del año. Una delicia en casi todos los sentidos, un cuento de hadas modernizado pero tan inocente como si fuera una película de los años 80. La novela gráfica de Neil Gaiman da lugar a un filme entretenidísimo en el que brilla con luz propia una inmensa y preciosa Michelle Pfeiffer. Fue un enorme fracaso de taquilla. Puede que el público moderno no sea capaz ya de entender una película tan bonita.


ZODIAC
David Fincher sigue sorprendiendo. Zodiac es una reinvención en toda regla del cine policiaco. Lo hizo en los 90 con Seven y lo hace en el siglo XXI con esta maravilla, brillantemente dirigida e interpretada, con un guión poderoso y hábil. Que nadie espere una película de tres actos y un clímax al final. Zodiac rompe para bien y con maestría la estructura cinematográfica convencional y deja un grandísimo sabor de boca.


Y como todos somos humanos, a veces pagamos una entrada por películas que uno no sabe muy bien por qué las está viendo. Estos son los tres títulos (sólo tres, que estamos en Navidad y hay que ser benévolos), también por orden alfabético, que peor sabor de boca me han dejado en 2007.

LA BRÚJULA DORADA
Aburridísima fantasía en la que uno nunca sabe muy bien qué nos están contando. Los actores deambulan sin creerse sus papeles, la niña protagonista no despierta simpatía alguna. La sensación de haber visto mil y una veces la historia de un crío que salva al mundo de fuerzas poderosas no ayuda. Un desbarajuste, se mire por donde se mire, insalvable ni siquiera con futuras y muy improbables secuelas por el fracaso cosechado.


MARÍA ANTONIETA
Después de la sorprendente Lost in translation había interés por ver qué nos ofrecía Sofia Coppola. Y lo que nos ofreció fue un esperpento de proporciones épicas, una película que no despierta el interés ni por la historia ni por los personajes, un intencionado anacronismo, plagado de canciones pop, que decepciona de principio a fin. Es de esas películas en las que uno se pregunta si al rodarla no se estarán dando cuenta de lo mala que es.


TRANSFORMERS
Destrozar un mito es facilísimo. Y si Michael Bay está detrás, más fácil todavía. Un guión asombrosamente infame, unos diálogos espectacularmente estúpidos y unos actores inverosímiles todos ellos acaban por destrozar el sueño infantil de muchos veinte y treintañeros de ver una película a la altura. Los efectos, impresionantes... si consigues enterarte de lo que está pasando en la pantalla, claro...

jueves, diciembre 27, 2007

'Toy Story 2', la joya de Pixar

Toy Story 2 sigue siendo para mí la joya de Pixar y nunca me cansaré de verla una y otra vez. El primer Toy Story fue excelente, abrió la puerta a que llegaran después maravillas como Buscando a Nemo o Los Increíbles, pero la mejor película de esta factoria de animación por ordenador de ese genio que es John Lasseter sigue siendo Toy Story 2. Lo tiene absolutamente todo, es una película tremendamente divertida, es adecuada para niños y para adultos, tiene un guión espléndido que pone el acento en los personajes como si fueran actores de carne y hueso, una música preciosa, una animación que deja la boca abierta a todos los espectadores y unas extraordinariamente divertidas tomas falsas que acompañan los títulos de crédito finales.

Pixar planeó la secuela de Toy Story para que fuera directamente al mercado de vídeo, como Disney hacía por aquellos años con casi todos sus títulos de éxito. Pero Lasseter y sus muchachos se dieron cuenta de que tenían entre manos un material de primera, un guión exquisito. No era sólo una secuela para ganar dinero. Era una muy buena historia, con los elementos que por un motivo u otro se habían caído de la película original (la pesadilla de Woody, por ejemplo), que merecía un esfuerzo al menos tan grande como el que se hizo para estrenar la película de 1995. Y se hizo. Y salió de maravilla, gracias también a que los actores que hicieron el primer filme estuvieron dispuestos a repetir. Es difícil imaginar a Woody sin la voz de Tom Hanks o a Buzz sin la de Tim Allen (prefiero escucharles en versión original).

Quien espere ver una simple repetición de Toy Story, se equivoca. Los personajes han evolucionado en muchísimos sentidos. Si en la original era Buzz quien tenía que aprender que era un juguete, ahora es Woody quien pasa por algo parecido pero a la vez distinto. El viejo vaquero de trapo descubre que es el protagonista de una serie infantl de marionetas, que fue un personaje de mucho éxito hace muchos años y no sabe en realidad si prefiere esa vida o ser el juguete de un niño. Los nuevos personajes son aciertos todos, desde el coleccionista de juguetes, Al, hasta el restaurador (diseñado como homenaje a Stuart Freeborn, genio del maquillaje y creador de Yoda), pasando por los nuevos vaqueros, Jessie (una impagable Joan Cusack en el original), Stinky Pete (Kelsey Grammer, el actor que dio vida a Frasier) o el inagotable y divertido caballo de Woody.

De Toy Story 2 me encantan los guiños. En la secuencia inicial, se escuchan muchísimos efectos de sonido procedentes de la saga de Star Wars, homenajeada también por la divertida escena entre un segundo Buzz Lightyear y Zurg, como si fueran Luke y Darth Vader. También hay referencias a películas como 2001, Star Trek (Buzz hace el saludo vulcaniano) o Parque Jurásico (impagable ver a ese Rex de juguete correr detrás de ese coche de juguete ¡conducido por una Barbie! como si fuera el T-Rex de Spielberg). La simple presencia de Barbie (Mattel se negó a ceder los derechos para la primera película y claudicó tras el enorme éxito de aquella) es un lujazo divertidísimo en todas sus apariciones... especialmente en la de los títulos de crédito. ¿Quién no ha pensando alguna vez que esa perpetua sonrisa tiene que doler...?

Que a nadie le engañe el aspecto de dibujos animados, que estamos ante una joya imprescindible...

jueves, diciembre 20, 2007

'¡Qué bello es vivir!', la película navideña por excelencia

Si hay una película que encarne el auténtico espíritu de la Navidad, esa es ¡Qué bello es vivir!, el título seguramente más conocido y reconocido de ese soñador que fue y sigue siendo en nuestros corazones cinematográficos Frank Capra. Quizá por eso no deja de ser curioso que llegase a España un 27 de marzo, muy lejos de las fechas navideñas... No tengo adjetivos para calificar esta película, la historia de un hombre, George Bailey, que se ha pasado la vida tratando de hacer todo el bien que podía por los demás y que, cuando él está en apuros, cree que nadie le va a ayudar.

Piensa en el suicidio, en plenas fechas navideñas, porque cree que si él falta nadie le va a echar de menos. Y entonces aparece un ángel, un ángel muy particular, para enseñarle lo que habría sido la vida de su pequeño pueblo, Bedford Falls, de su familia, de sus amigos, incluso de aquellos que parecen no demostrarle aprecio, si él nunca hubiera estado allí para ayudar a tantas personas. La moraleja de la película es que hacemos más bien del que creemos a la gente que nos rodea y que siempre estaremos dispuestos a ayudar a alguien que de verdad nos importa. Ese hermosísimo e inigualado final de George Bailey gritando sus deseos de que todo el mundo pase una feliz Navidad, una escena preciosa e inolvidable, es el colofón a una película maravillosa.

No creo que le haya destripado a nadie el final, porque casi todos hemos visto ¡Qué bello es vivir!. Casi todos sabemos lo mucho que a Frank Capra le gustaba que sus sueños tuvieran un final feliz. Pero si lo he hecho, para quien no la haya visto todavía, que no se preocupe, que lo mejor de esta película no es saber cómo acaba. No, no es de esas películas que sólo tiene interés el final. Lo importante es ver todas y cada de sus imágenes, es recrearse en la felicidad que desprenden los personajes que se ven en la pantalla, es sonreír con sus personajes, incluso soltar una lágrima con ellos, es disfrutar con unos buenos sentimientos y un optimismo que ya se ve muy poco, no sólo en el cine, sino también en la vida real.

James Stewart, el gran Jimmy Stewart, siempre dijo que George Bailey era su personaje favorito de entre todos los que había interpretado. Y eso que el personaje nació para Cary Grant, más famoso que Stewart seguramente en aquella época. Capra tuvo que reescribir la película para acomodarla a la genialidad de Stewart. El propio Capra también solía considerar ¡Qué bello es vivir! como su mejor película. ¡Y aunque sea una película navideña, se rodó durante una ola de calor! Fijáos en la escena del puente, porque Jimmy Stewart no para de sudar... Esta película fue el primer papel protagonista de la bellísima Donna Reed, una mujer y una actriz de las que ya no quedan.

Con la fama que tiene esta película, lo que sorprende es que fuera en su día un sonoro fracaso comercial. Capra se gastó 3,7 millones de dólares y la taquilla apenas devolvió 3,3 millones, ni siquiera para cubrir gastos. Los analistas le echaron la culpa a que con una semana de diferencia se estrenó Los mejores años de nuestra vida, la película de William Wyler que arrasó en los cines y triunfaría después en los Oscar. La inmortal obra de Capra recibió cinco nominaciones a los Oscar y no ganó ninguno. En 2004, en una encuesta de la BBC, quedó en segundo lugar. La pregunta era sencilla, había que elegir la mejor película de todos los tiempos que no había logrado la preciada estatuilla. Sólo Cadena Perpétua quedó por delante.

Viendo toda esta admiración y respeto por la película, este envoltorio tan inocente y bonito, es difícil creerse que alguien viera en ¡Qué bello es vivir! otras intenciones. Pero los hubo. La película se estrenó en 1946. Era otra época para casi todo. Apenas unos meses después del estreno de la película, el FBI recogió en un informe la opinión de un anónimo miembro de la industria cinematográfica que decía que la película era un "obvio" intento de desacreditar a los banqueros, "un truco típico de los comunistas". En fin...

martes, diciembre 18, 2007

Pósters y trailer de 'The Dark Knight'


Dos grandes novedades sobre The Dark Knight, la esperadísima secuela de Batman Begins. La primera, los dos pósters que véis al comienzo de esta entrada. Formidables ambos, nos dan a entender que vamos a ver un salvaje enfrentamiento entre Batman y el Joker, seguramente mucho más salvaje que el que plasmó Tim Burton en su primer Batman, allá por 1989, entre el héroe interpretado por Michael Keaton y el villano al que dio vida Jack Nicholson.

La segunda, el trailer de la película en el que se ven por primera vez imágenes en movimiento de la película. Lo que se ve es bueno, es el mismo ambiente de Batman Begins, pero se intuye más violencia, más locura, más tensión. El trailer enseña algunas cosas (ver a Heath Ledger como el Joker es ya inquietante) pero también esconde muchas más. Y es que, si no me equivoco, en todo el trailer no aparece Harvey Dent (el fiscal del distrito que en el cómic acaba convertido en Dos Caras; a Harvey se le vio en Batman con la cara de Billy Dee Williams y a Dos Caras en Batman Forever con la de Tommy Lee Jones), que promete ser otra pieza angular de esta película.

Para ver el trailer, disponible en varios formatos, podéis visitar este enlace de la formidable página Coming Soon (http://www.comingsoon.net/films.php?id=15813). Que lo disfrutéis... y que la espera no se os haga muy larga, que ésta no la vemos hasta el mes de julio...

viernes, diciembre 14, 2007

'American gangster', espléndida

American gangster es una película espléndida. Lo dejo sentenciado desde el principio como grito de respaldo a un director que suele ser ninguneado por la crítica. Gusta darle palos a Ridley Scott. Yo no soy capaz de hablar tan a la ligera como suele hacerse de un tipo que ha hecho películas como Alien, Blade Runner o Thelma & Louise y que en los últimos años ha dejado títulos tan notables como Gladiator, Hannibal o El reino de los cielos (sobre todo su montaje para DVD). De su última película en concreto he leído críticas que le censuran su larga duración (de acuerdo; ¿realmente sobra algo del montaje), su frialdad (las imágenes de drogadictos mientras el protagonista celebra el día de acción de gracias me parecen de todo menos frías), su simpatía y empatía por los personajes criminales (el magnífico final da otra lectura totalmente diferente), las invenciones que presenta un guión basado en hechos reales (como debe hacer todo cineasta para realizar una obra de ficción) o la falta de pulso narrativo (discutible ante el montaje paralelo de algunas secuencias que no voy a detallar).

Y no porque American gangster sea una película perfecta, ni mucho menos. En la primera parte de la película se echan en falta algunos episodios, algunas escenas que podrían resultar claves para entender el ascenso de Frank Lucas (Denzel Washington) o de la caída entre los suyos de Richie Roberts (Russell Crowe). Y en la segunda parte se puede ver una falta de síntesis que alarga la película hasta los 160 minutos (duración, por otra parte, nada excesiva para la historia que se nos cuenta). A Ridley Scott también le pesarán las comparaciones con Infiltrados, de Martin Scorsese, triunfadora del año pasado, a pesar de las enormes diferencias que hay entre ambas obras.

Más allá de esto, American gangster es un épico y prodigioso relato sobre la miseria humana (sentimiento que se agudiaza con las pinceladas sobre Vietnam que ofrece el relato, ambientado entre finales de los años 60 y comienzos de los 90), un espléndido ejercicio visual de un director magnífico como es Ridley Scott, una de esas historias más grandes que la vida, como suelen decir los americanos. American gangster sigue las vidas de dos hombres imperfectos, con sus puntos fuertes y sus debilidades, con sus ansias y sus problemas, con sus deseos y también sus miserias. Dos hombres que no se conocen pero que acaban situados cada uno en un extremo totalmente alejado del otro, pero que en el fondo no son tan diferentes. Uno es un negro de Harlem que, tras años trabajando para el hombre que controlaba la mafia de est barrio neoyorquino, establece su propio imperio al margen de los demás, enfrentado con los demás. El otro, un policía honrado en su trabajo pero no en su vida.

Ambos se convierten en antagonistas invisibles durante buena parte de la película, enemigos que se abren camino sin saber en realidad de la existencia del otro. Hasta que la historia confluye en uno de esos momentos mágicos que el cine nos da de vez en cuando, un primer encuentro breve, evocador, emotivo y brillantemente rodado y montado. Apenas un instante pero que vale por todo el trabajo cinematográfico de directores con mucha mejor fama que Ridley Scott. Un instante que dos monstruos del cine como son Russell Crowe y Denzel Washington engrandecen como si fuera fácil hacerlo. Un momento de esos que das gracias por estar viendo en una sala de cine. Pura magia cinematográfica.

Siempre me ha gustado Russell Crowe. Es un actor capaz de interpretar a cualquier personaje. Deslumbra en El dilema, en Cinderella man, incluso en Gladiator. Es un actor de los que no quedan muchos. Lástima que muchos aprovechen los escándalos de su vida privada para menospreciar el trabajo de este inmenso actor. Denzel Washington es otro intérprete sencillamente genial. Le descubrí en los lejanos años 80, con su secundario en Tiempos de gloria. Le suelo echar en cara que haga muchas veces el mismo papel. Pero de vez en cuando saca toda su maestría. American gangster es una de esas veces. Tiene un puñado de escenas memorables, desde el sermón que recibe de su madre hasta la escena del abrigo de chinchilla, tan vital para entender el carácter de este Frank Lucas que interpreta. Y el cara a cara que mantienen Crowe y Washington en el filme, con unos diálogos memorables, forma ya parte de la historia del cine.

Ridley Scott es un creador de imágenes único. Sabe amoldarse a cada género, sabe crear el plano que necesita cada escena. Es un narrador tremendamente visual y le van las historias épicas e inmensas (por eso la simple pero entretenida Un buen año no parece una película suya). Pero a veces, como en ésta, se encuentra con un gran guión (escrito por Steven Zailian, el mismo que escribió La lista de Schindler) y alcanza cumbres muy altas. Si a eso le sumas un equipo técnico de primera (espléndida fotografía de Harris Savides, formidable banda sonora con canciones de la época y música de Marc Streitenfeld, un compositor a seguir) y un reparto sobresaliente, desde el primer al último actor, desde los conocidos hasta los desconocidos (y ojo a ese brillante policía corrupto al que da vida Josh Brolin), el resultado sólo puede ser una película apasionante, una interesantísima mirada al mundo de la mafia, un género que genios como Francis Ford Coppola o Martin Scorsese han engrandecido durante años. Y Ridley Scott forma parte, indudablemente, de ese panteón de grandes directores.

(Ayer se celebró en Madrid el preestreno de American gangster. La película se estrena el próximo día 28)

martes, diciembre 11, 2007

¡¡¡Primer cartel de 'Indy 4'!!!

Cada pequeña novedad ayuda a calmar la ansiedad ante el todavía lejano estreno de Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal... La novedad de esta semana es el primer cartel de la película, que justifica el título que tan poco ha gustado a algunos y nos devuelve el viejo sabor de las aventuras de nuestro arqueólogo favorito.

El autor del cartel es el legendario Drew Struzan, uno de los artistas favoritos de Steven Spielberg (para el que ha realizado carteles de E.T., Parque Jurásico o las distintas entregas de Indiana Jones) y George Lucas (suyos son los mejores pósters de la saga de Star Wars). Por si alguien tiene interés en su trabajo, su web oficial es http://www.drewstruzan.com/ y hace muy poquito se publicó un libro en España recopilando sus mejores carteles cinematográficos.

Indy 4 se estrena el 22 de mayo... Nos quedan 162 días de larga espera que se amenizarán en breve con el primer trailer...

jueves, diciembre 06, 2007

'La brújula dorada' y aburrida

Creo que hay pocas cosas peores que se puedan decir de una película que proclamar que no se sabe de qué va después de haberla visto. Esa es la sensación que me deja La brújula dorada. No tengo ni la más remota idea de qué me contaba durante las dos horas que dura. No dejé de ver una sucesión de mundos fantásticos, de incoherencias imposibles, de términos extraños para darle un halo de imaginación que en realidad no tiene y de situaciones sin resolver. Lo reconozco, me aburrió soberanamente. New Line vende La brújula dorada, supuesta primera parte de una trilogía que sólo se hará si esta película tiene éxito, como el nuevo Señor de los Anillos. Ni de lejos. No hay nada en esta película que desprenda la calidad, la magia y la fantasía que tenía la trilogía de Peter Jackson.

Sí, los efectos especiales son muy vistosos (aunque, no sé por qué, no termino de creerme a algunos de los animales), los paisajes úrbanos y naturales hermosos y el reparto, a priori, muy interesante. Pero veo una película sin alma. Una sucesión de escenas en las que hay que ir introduciendo a conveniencia elementos novedosos (que necesitas una bruja, la tienes; que necesitas un oso, a tu disposición; que necesitas una brújula, que por cierto todavía no sé muy bien para qué demonios sirve y cuál es peligro, pues te la damos sin problema) para que la historia parezca que avance. Pero no avanza. No cuenta nada en realidad y cuando salta en la pantalla el título del director uno tiene la sensación de haber visto un espectáculo vacío, con algún momento de violencia gratuita además.

A eso contribuye la sensación de que los actores están de paso. Comienza la película y uno piensa que Daniel Craig (¡qué gran Bond el suyo!) va a tener un papel protagonista. Y entonces desaparece una hora de la película. Entonces aparecen grandísimos actores como Derek Jacobi (Hamlet, Gladiator) o Christopher Lee. Y el primero tiene dos escenas y el segundo sólo una (mal año éste para este magnífico intérprete que dio vida a Dracula, a Saruman o al Conde Dooku, desperdiciado en La brújula dorada y cortado del montaje final de Sweeney Todd, el esperadísimo musical de Tim Burton). Lo mismo le pasa a Eva Green, a la que apenas vemos dos o tres veces. Tampoco me ha convencido la niña protagonista, la debutante Dakota Blue Richards. Sólo la espectacular belleza de Nicole Kidman tiene verdadera presencia en la pantalla. Ella y la partitura del compositor Alexandre Desplat (al que descubrí en La Reina) son los únicos aspectos que merecen la pena.

La película llega a los cines acompañada por las protestas de la Liga Católica de Estados Unidos, que considera que los libros precursores de este filme buscan "promover el ateísmo y denigrar la cristiandad a ojos de los niños". Reconozco que me cuesta muchísimo ver algo de eso en la película, por mucho que me insistan en que los libros son mucho más decididos en este aspecto. Sí, vale, hay un Magisterio que podría llegar a asemejarse con la Iglesia, pero, sinceramente, veo más ganas de llamar la atención que otra cosa. En este sentido, veo una inocente película de aventuras fantásticas. Aburrida, pero inocente. Claro que, si colectivos de transexuales llegaron a organizar protestas callejeras en Estados Unidos por El silencio de los corderos, todo es posible, incluso sublevarse contra La brújula dorada por atea.

Y un detalle más. Nicole Kidman y Daniel Craig comparten cartel por segunda vez, y las dos películas se han estrenado este año. No me gustó Invasión y no me ha gustado tampoco La brújula dorada. Son dos magníficos actores, pero quizá debieran replantearse su futuro juntos en el cine...

lunes, diciembre 03, 2007

La mejor película de animación de todos los tiempos

Y lo digo así, sin más, porque para mí no hay discusión posible: La Bella y la Bestia es la mejor película de animación de todos los tiempos. Hay quien apuesta por El Rey León. Hay quien dice que es la inmortal Bambi. Pero La Bella y la Bestia es una joya única, inolvidable, preciosa y encantadora. Una película maravillosa que demostró a mucha gente que la animación podía brindar obras maestras como cualquier otro género. Que estos filmes no eran sólo un entretenimiento para niños. Que era una historia con un alma como pocas veces se había visto en un producto así.

Toda en ella es perfecto, desde su inigualable prólogo (desde el precioso plano inicial del castillo hasta la sombría primera aparición de la Bestia, pasando por la magnífica narración a través de las vidrieras) hasta el emocionante final. Fue el primer título de dibujos animados en conseguir una nominación al Oscar a la mejor película (por aquel entonces no existía la actual categoría específica para este género) y el primero en conseguir el Globo de Oro en la categoría de mejor comedia o musical. Confirmaba que Disney entraba en una nueva era dorada, abierta por La Sirenita y que nos dejó títulos como El Rey León, El Jorobado de Notre Dame o Tarzan. Pero sobre todo nos dejó La Bella y la Bestia.

Por encima de todo, es una historia de amor, emocionante en muchas de sus escenas y sobre todo al final (sí, lo confieso, una lágrima asoma siempre que veo la conversación final que mantienen Bella y la Bestia, después del enfrentamiento con Gastón). También es divertida para los más pequeños. La genialidad de que los personajes secundarios del castillo fueran en realidad objetos encantados fue de Howard Ashman, el letrista de las canciones, que tristemente ni siquiera llegó a ver acabada la película. Murió en marzo de 1991 por culpa del sida, antes de que se estrenara su último trabajo. Hay una preciosa dedicatoria al final de los títulos de crédito: "A nuestro amigo Howard, que dio voz a una sirena y alma a una bestia, siempre estaremos agradecidos".

Y es que, por encima de todo, La Bella y la Bestia es un musical que tiene auténticos momentos cumbre del género. Alan Menken compuso una partitura inolvidable (divertida, apasionada, emocionante y, sobre todo, un acompañamiento perfecto a los diferentes tonos que adquiere la película durante su desarrollo; seguramente su mejor trabajo junto a El Jorobado de Notre Dame) y con Howard Ashman creó algunos de los mejores números musicales de la historia de Disney. No hay palabras para describir Qué festín (Be our guest en el original) o la preciosa canción central de la película, además del maravilloso y divertido número inicial del filme, en el que se nos presenta a todos los personajes del pueblo en el que Bella vive con su padre.

Las canciones encajan de maravilla en un cuidadísimo guión. Hay quien piensa que la animación es un género sólo para niños y que, por ello, los personajes deben ser simples y planos. Craso error si estamos hablando de La Bella y la Bestia. La evolución que van sufriendo Bella, la Bestia y Gastón a lo largo de la película es memorable. Es indescriptible ver cómo Bella pasa de ser una joven soñadora a una mujer arriesgada y decidida, cómo la Bestia pasa de ser un tirano amargado y sin corazón a un hombre generoso y sacrificado, cómo ambos pasan de ser seres enfrentados a la más hermosa pareja enamorada que pueda verse en el cine, cómo Gastón pasa de ser un simple ligón de pueblo a uno de los más memorables villanos que ha creado Disney. Y eso que tiene unos cuantos.

Anécdotas tiene muchas la película. Por ejemplo, ¿alguien ha notado que nunca llega a mencionarse el nombre real de la Bestia? ¿O que Chip, el niño convertido en taza, es el único habitante del castillo que llega a llamar a Bella por su nombre? ¿Sabíais que Angela Lansbury no estaba convencida de que su personaje, la Señora Potts, fuera el indicado para cantar la canción principal de la película mientras Bella y la Bestia bailan y que sólo hizo una toma por si acaso los directores no tenían una idea mejor? ¿O que fue la primera película de Disney que utilizó técnicas de animación en 3-D para los fondos, concretamente el del salón de baile? ¿Que sólo cinco minutos de los casi 90 que dura la película no tienen música? ¿Que algunas de las esculturas que se ven en el castillo eran versiones preliminares de la Bestia?

¿Y recordáis que fue la primera película de Disney que se dobló en España? Antes teníamos que escuchar los doblajes procedentes de Sudamérica, y el trabajo que se hizo aquí, con Inés Moraleda y Jordi Brau en los principales papeles, fue estupendo. En cuanto a las voces originales, Julie Andrews fue uno de los nombres que se consideró para hacer de Señora Potts y Patrick Stewart, el Capitán Picard de Star Trek y el Profesor Xavier de X-Men se vio obligado a rechazar el papel de Ding-Dong (Cogsworth en el original, Big Ben en el doblaje para Reino Unido) por problemas de agenda con la serie de ciencia ficción. Y lo mejor de todo... ¿A que no sabéis quien puso la voz de la Bestia en la versión china...? Ni más ni menos que Jackie Chan, que además se atrevió con las canciones...

El éxito fue instantáneo. Ganó casi 400 millones de dólares en todo el mundo sólo con su exhibición cinematográfica, siendo la primera película de animación que superaba la barrera de los 100 millones, y luego arrasó en el mercado del vídeo. Logró seis nominaciones a los Oscar, tres de ellas en el apartado de mejor canción. Ganó la canción principal de la película y Alan Menken se llevó también el Oscar a la mejor banda sonora. Propició una versión en teatro, un espectáculo sobre hielo, una secuela que fue directamente al mercado del vídeo y hasta varios videojuegos. Es, sin duda, una de las películas más queridas de Disney.

Mi cariño por La Bella y la Bestia nació desde el mismo momento en que vi su maravilloso cartel original, éste que aparece más abajo. Evocador, sugerente y misterioso. Lo que necesita un cuento imperecedero como éste, que sirve de base a la mejor película de animación de la Historia. Y por todo esto, tendrá siempre un hueco en mi corazón cinematográfico.

jueves, noviembre 29, 2007

¡¡¡Quiero verles ya!!!

¡Indy vuelve! Nuevas fotos las que aparecen por Internet del arqueólogo más famoso de la historia del cine. Y sigue siendo él. Con su sombrero. Con su látigo. Con su misma expersión de siempre. Es Indiana Jones. ¿Que Harrison Ford tiene 65 años? ¡Qué más da! El de la foto es Indiana Jones. Y, sí, la foto es del rodaje de Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull, tomada este mismo año, no es de algunas de las películas que ya hemos visto. Sigo sin tener dudas de que Geroge Lucas, Steven Spielberg y Harrison Ford, que ya han terminado el rodaje, no nos van a defraudar y nos van a dar un espectáculo tan involvidable como el de las tres primeras entregas. Quiero verla, quiero verla ya, y sé que todavía me quedan unos cuantos meses... La espera va a ser dura...

Y también quiero ver ya The Dark Knight, la secuela de Batman Begins, porque esta nueva saga del Hombre Murciélago, a poco que siga el camino marcado, promete ser de lo mejor que se ha hecho a la hora de adaptar cómics a la gran pantalla. Quiero ver al Joker que ha creado Heath Ledger y al que se ve por primera vez de cuerpo entero en la portada de Empire que acompala a estas líneas. El trabajo que Christopher Nolan hizo en aquella primera película fue fantástico y le dio carta blanca para hacer lo que quisiera en la continuación. Y quiso hacer un Joker distinto a lo que muchos esperaban, más real, menos cómico y más terrorífico que el de Jack Nicholson en el Batman de Tim Burton. También estoy seguro de que lo ha conseguido. Este Joker, además, vendrá acompañado por el maravilloso reparto de la primera entrega, Christian Bale, Michael Caine y Morgan Freeman. Poco más se puede pedir.
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Bueno, sí, que se estrenan ya estas dos películas, pero eso es imposible... Indy 4 llegará el 28 de mayo del año que viene, y The Dark Knight el 13 de agosto... Qué larga se va a hacer la espera de ambas...

lunes, noviembre 26, 2007

'Beowulf', la diversión hecha 3-D

Qué gran año para la fantasía este 2007, que nos ha dejado películas tan notables y que todavía tiene cosas que ofrecernos. Por muy bueno que sea lo que tiene que venir en el poco más de un mes que queda para finalizar el año, creo que el nombre estelar es el de Neil Gaiman. Creador de la novela gráfica Stardust, convertida en película para devolvernos a la maravillosa Michelle Pfeiffer, y coguionista de Beowulf. La película de Robert Zemeckis basada en la famosa leyenda nórdica es un entretenimiento de primera, casi dos horas de diversión asegurada, de una fantasía desbordante y, como en el caso de Stardust, con retazos de una imaginación sin límites que, aunque no sea el principal responsable del filme, le atribuyo a Gaiman sin dudarlo.

Mucha gente caerá en el error de juzgar Beowulf, para bien o para mal, por la técnica de animación en 3-D. En el terreno visual es impresionante. El avance en las técnicas de captura de movimiento es espectacular. En la película vemos versiones animadas de actores muy conocidos, pero en realidad estamos viendo a Angelina Jolie, a Anthony Hopkins, a Robin Whright-Penn, a John Malkovich... No es una técnica perfecta, a los rostros (a pesar de la clara mejora con respecto al anterior intento de Zemeckis con esta técnica, Polar Express) no éstán del todo logrados, les falta emoción. Sobre todo, y a lo mejor esta es una percepción muy personal, a los femeninos.

Algunos movimientos, por ejemplo los de los caballos, todavía los veo muy mecánicos, no del todo realistas. Y las ganas de demostrar todas las posibilidades de esta ténica cansan un poco al principio, cuando los movimientos de cámara son algo exagerados. Pero todo eso es perdonable porque estamos creando cine y el futuro ya está aquí. Sólo por la creación de un ambiente digital en el que se mueven los personajes animados más realistas que se han visto hasta ahora, ya merece la pena ver Beowulf. A Zemeckis siempre le ha gustado innovar en este terreno, y no lo digo sólo por Polar Express, sino también por aquella maravillosa mezcla de imagen real y animación que es ¿Quién engañó a Roger Rabbit? o por aquellas composiciones de personas reales y actores de Forrest Gump. que permitián ver, por ejemplo, a Tom Hanks junto a Kennedy.

Pero es que además es una película muy bien pensada y realizada. El principal problema al que hicieron frente los guionistas era rellenar los huecos que hay en el relato original. Éste estaba en la bilbioteca de Cotton que sufrió un grave incendio allá por 1731, y se perdieron para siempre partes importantes de esta epopeya. Los puristas han lanzado alguna crítica por la forma en que Neil Gaiman y Roger Avary han rellenado esos huecos, pero en la película todo funciona admirablemente bien. Todo, hasta ese maravilloso final, uno de los más intrigantes, sugestivos y poéticos que recuerdo. Tiene algún pequeño bajón en el ritmo pasados los primeros 20 minutos, pero tampoco se nota demasiado.

¿Queréis aventura? La tiene durante sus casi dos horas. ¿Queréis acción? Los últimos 20 minutos son una montaña rusa. ¿Queréis romance? Inevitable en una película como ésta. ¿Queréis humor? Incluso en algunas escenas de batalla sin que por ello se rompa la tensión. ¿Queréis suspense? Magistral en el enfrentamiento entre Beowulf y la criatura madre de Grendel. Para mí, un maravilloso ejemplo de cómo se tiene que hacer hoy en día una película de aventuras y fantasía. La película se puede ver en unos poquitos cines en 3-D. No la he podido ver así, pero es posible que caiga en la tentación...

Beowulf tiene, además, otro motivo para que se haya ganado un lugar en mi corazón: su dragón. El mejor que he visto en el cine desde El dragón del Lago de Fuego. Pasarán años hasta que se vea una criatura tan majestuosa, amenazante y preciosa como la de esta película. Sin contaros más para no arruinaros la película, ahí os dejo una imagen suya. Impresionante...

viernes, noviembre 23, 2007

Las 100 mejores películas americanas

Esta es la lista de las 100 mejores perlículas de la historia que hizo en 1998 el Instituto de Cine Americano (American Film Institute) para celebrar el centenario de la creación del cine.

1 - Ciudadano Kane
2 - Casablanca
3 - El Padrino
4 - Lo que el viento se llevó
5 - Lawrence de Arabia
6 - El Mago de Oz
7 - El graduado
8 - La ley del silencio
9 - La lista de Schindler
10 - Cantando bajo la lluvia
11 - ¡Qué bello es vivir!
12 - El crepúsculo de los dioses
13 - El puente sobre el río Kwai
14 - Con faldas y a lo loco
15 - La guerra de las galaxias
16 - Eva al desnudo
17 - La Reina de África
18 - Psicosis
19 - Chinatown
20 - Alguien voló sobre el nido del cuco
21 - Las uvas de la ira
22 - 2001: Una odisea en el espacio
23 - El halcón maltés
24 - Toro salvaje
25 - E.T. El extraterrestre
26 - Teléfono rojo, volamos hacia Moscú
27 - Bonnie y Clyde
28 - Apocalypse Now
29 - Caballero sin espada
30 - El tesoro de Sierra Madre
31 - Annie Hall
32 - El Padrino II
33 - Solo ante el peligro
34 - Matar a un ruiseñor
35 - Sucedió una noche
36 - Cowboy de medianoche
37 - Los mejores años de nuestra vida
38 - Perdición
39 - Doctor Zhivago
40 - Con la muerte en los talones
41 - West Side Story
42 - La ventana indiscreta
43 - King Kong
44 - El nacimiento de una nación
45 - Un tranvía llamado deseo
46 - La naranja mecánica
47 - Taxi Driver
48 - Tiburón
49 - Blancanieves y los siete enanitos
50 - Dos hombres y un destino
51 - Historias de Filadelfia
52 - De aquí a la eternidad
53 - Amadeus
54 - Sin novedad en el frente
55 - Sonrisas y lágrimas
56 - M*A*S*H
57 - El tercer hombre
58 - Fantasia
59 - Rebelde sin causa
60 - En busca del Arca perdida
61 - Vertigo
62 - Tootsie
63 - La diligencia
64 - Encuentros en la tercera fase
65 - El silencio de los corderos
66 - Network
67 - El mensajero del miedo
68 - Un americano en París
69 - Raíces profundas
70 - French Connection
71 - Forrest Gump
72 - Ben-Hur
73 - Cumbres borrascosas
74 - La quimera del oro
75 - Bailando con Lobos
76 - Luces de la ciudad
77 - American Graffiti
78 - Rocky
79 - El cazador
80 - Grupo salvaje
81 - Tiempos modernos
82 - Gigante
83 - Platoon
84 - Fargo
85 - Sopa de ganso
86 - Rebelión a bordo
87 - Frankenstein
88 - Easy Rider
89 - Patton
90- El cantor de jazz
91 - My Fair Lady
92 - Un lugar bajo el sol
93 - El apartamento
94 - Uno de los nuestros
95 - Pulp Fiction
96 - Centauros del desierto
97 - La fiera de mi niña
98 - Sin perdón
99 - Avidina quién viene esta noche
100 - Yanqui dandy
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En 2007, se incluyeron otras 24 películas para actualizar la lista.
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18. El maquinista de la general
49. Intolerancia
50. El Señor de los Anillos: La comunidad del Anillo
59. Nashville
61. Los viajes de Sullivan
63. Cabaret
67. ¿Quién teme a Virginia Woolf?
71. Salvar al soldado Ryan
72. Cadena perpetua
75. En el calor de la noche
77. Todos los hombres del presidente
81. Espartaco
82. Amanecer
83. Titanic
85. Una noche en la ópera
87. Doce hombres sin piedad
89. El sexto sentido
90. En alas de la danza
91. La decisión de Sophie
95. La última película
96. Haz lo que debas
97. Blade Runner
99. Toy Story
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De la lista original, todavía no he visto 33 películas y de la ampliación de 2008 me faltan 13. Así que la moraleja que hay que sacar es que nunca se ha visto demasiado cine (o que todos somos un poco incultos cinematográficamente hablando...). ¿Y vosotros? ¿Cuántas habéis visto?

martes, noviembre 20, 2007

'Encuentros en la tercera fase' cumple 30 años

El 16 de noviembre de 1977 se estrenó en Estados Unidos Encuentros en la tercera fase. Ya han pasado 30 años. Quien me conoce, sabe que Steven Spielberg es lo más cercano a un dios que tengo en el mundo del cine. Encuentros fue la primera película que recuerdo haber visto en la televisión, siendo muy, muy crío. No entendí nada, claro. No sabía por qué el protagonista se dedicaba a hacer una montaña con el puré de patatas o con la espuma de afeitar. No entendía por qué ese francés estaba tan interesado en alejar a la gente de aquella montaña. No calibraba cuál era la importancia de ese lugar ni qué iba a pasar allí. Pero me fascinó por completo visualmente con los veinte minutos finales. Me recuerdo de cuclillas, en el sillon, delante del televisor, sin poder apartar la mirada.

Años después, la fascinación que tenía de niño por esta película se convirtió en adoración. No sólo es un espectáculo visual de primera magnitud, obra de un absoluto maestro del cine como es Spielberg, sino que es una película brillante a todos los niveles. Un maravilloso guión, unas interpretaciones formidables, unos efectos inolvidables, una puesta en escena brillante, una música sencillamente magistral de ese maestro que es John Williams... Todo funciona a la perfección en Encuentros en la tercera fase. En plenos años 70, y acostumbrados a que la ciencia ficción nos mostrara la hostilidad de los visitantes de otros planetas, Encuentros supuso un cambio radical, quizá el embrió en Spielberg para hacer después E.T., quizá incluso de parte de Inteligencia Artificial.

Aquel 1977 fue el mismo año en que se estreno Star Wars. Dos piezas fundamentales para la ciencia ficción cinematográfica, pero dos películas muy diferentes entre sí. Star Wars es aventura, Encuentros es pura poesía. Los Oscar despreciaron a ambos títulos y sólo les dieron premios menores. La ganadora aquel año fue Annie Hall. En 1998, el Instituto Americano de Cine incluyó Encuentros entre su lista de las 100 mejores películas de todos los tiempos, en el puesto 64, por detrás de La diligencia y por encima de El silencio de los corderos. Spielberg coloca otras cuatro películas por encima de Encuentros. En la actualización de la lista que este organismo hizo en 2007, esta película desapareció por motivos que no consigo explicarme.

No os voy a hablar mucho de la película. Es mejor que la descubráis, o redescubráis, por vosotros mismos. Ahora sale en DVD una nueva edición que, por supuesto, acabará en mi estantería en algún momento. Esta edición tiene los tres montajes que se han hecho de la película, el original para su estreno en cines de 1977, el que hizo Spielberg tres años después para su reestreno (fue uno de los primeros títulos en vivir el ahora conocido como director's cut) y el montaje que se hizo en 1998. A quienes no hayáis visto la película, sólo puedo deciros que me dais una envidia tremenda. Lo que daría yo por volver a sorprenderme por primera vez con una película tan especial y maravillosa como ésta...

Era la segunda película magistral que hacía Spielberg, después de la inolvidable Tiburón. Después vinieron más. Y seguirán viniendo. Pocos directores tienen garantizada mi entrada hagan lo que hagan. Spielberg es uno de ellos. No importa que sea el Spielberg aventurero de siempre o el Spielberg maduro de los últimos tiempos, no importa que me hable de un arqueólogo fantástico, de terrorismo, de ciencia ficción, de falsos culpables, de dinosaurios clonados o de un Peter Pan adulto. ¡Qué enorme satisfacción estar viviendo la carrera de Steven Spielberg como la estoy viviendo!

domingo, noviembre 18, 2007

'Michael Clayton', muy interesante

Salgo del cine bastante contento después de ver Michael Clayton, una de esas películas interesantes, bien hechas, muy bien interpretadas y con un buen guión; una película de denuncia social y de personajes; una película clásica, que bien podría haberse hecho en los años 70. La primera de sus dos horas me parece demasiado larga, yo le habría recortado unos minutos para que fuera redonda, pero aún así salgo muy contento. No llevo mala racha, no, después de ver en menos de una semana Redacted, Leones por corderos y Michael Clayton. Las tres son películas bastante notables, cada una a su estilo, y un cine comprometido de ese que tanto me gusta, sobre todo si viene del tradicionalmente conservador Hollywood.
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Michael Clayton es una película hecha a priori para el lucimiento de George Clooney. Mirad los carteles. Primer plano de este actor y nada más. Admito que a Clooney siempre le había tenido cierta manía. Convertirse en el actor que casi entierra para siempre la franquicia de Batman (mi superhéroe de cómic favorito, por si alguien no lo sabe) con ese engrendro de Joel Schumacher que fue Batman & Robin me parecía un motivo bastante bueno para tenerle esa manía. Pero al césar lo que es del césar. Clooney ha crecido mucho como actor desde entonces y su carrera, además, ha seguido una línea de compromiso realmente interesante, alternando las películas comerciales de turno con otras de bajo presupuesto. Protagonizar y dirigir Buenas noches, y buena suerte cambió por completo mi opinión sobre él. Y aquí está realmente bien.
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Pero Clooney no es, en absoluto, el mejor actor de la película, porque hay hasta tres que hacen trabajos sensacionales. Tom Wilkinson, al que descubrí tardíamente hace un par de años en Batman begins, hace un papel extraordinario, lo mismo que Sidney Pollack, más conocido como director pero al que mucha gente recordará por su personaje en el Eyes Wide Shut de Kubrick. Los dos están brillantes, pero quien reamente se sale es Tilda Swinton, a la que ya había visto en Las crónicas de Narnia. Su trabajo es sencillamente formidable en todas las escenas en las que aparece. Toda una lección para todos aquellos, demasiados, que piensan que para ser actriz hay que tener veintitantos años y tener un cuerpo escultural. Tilda Swinton me ha ganado para siempre como seguidor.
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Para comprobar el buen trabajo de los actores, ojo a sobre todo a tres escenas: el encuentro en el callejón de Wilkinson y Clooney, la aparición de Wilkinson en Times Square (¡quiero ir a Nueva York...!) y el memorable cara a cara final entre Swinton y Clooney. Tampoco es nada desdeñable el momento en que Pollack responde en su despacho del bufete a la petición monetaria del personaje de Clooney.
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La película se centra en Michael Clayton, un antiguo fiscal que trabaja ahora para un bufete de abogados como solucionador de problemas. No es un héroe. Tampoco un antihéroe. Es un personaje que sabe lo que hace en su trabajo, pero al que se le acumulan los problemas en su vida personal. Su último trabajo va a mezclar ambas cosas. Necesita dinero para saldar una vieja deuda familiar, y sólo su bufete se lo puede dar. Pero al mismo tiempo el caso en el que está trabajando le plantea dudas morales. Un abogado (Wilkinson) amigo suyo, con problemas de personalidad, se cambia de bando en un caso para defender a una joven que se enfrenta a una corporación que ha intoxicado a cientos de granjeros. Ese abogado descubre la inquietante verdad sobre la corporación, representada por una mujer aparentemente sin escrúpulos (Swinton), pero que en realidad pasa por momentos muy duros cuando toma las decisiones más difíciles.
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Dirige el debutante Tony Gilroy, responsable de guiones como la trilogía de Bourne o Pactar con el diablo. Y no lo hace mal. Mis principales reproches a su trabajo son como montador, ya que, como he dicho, yo habría cortado unos minutos al comienzo de la película. Como guionista pasa por altibajos. Hay momentos muy buenos y diálogos maravillosos, pero hay escenas que no terminan de encajar, sobre todo en la primera mitad del filme. Pero, insisto, es una muy buena película, muy recomendable y no sólo para fans del amigo Clooney.

jueves, noviembre 15, 2007

Irak según Brian De Palma, Afganistán según Robert Redford

Me gusta que el cine no eluda las cuestiones más polémicas, que no esquive la política, que se moje en temas importantes, que sea reflejo de su tiempo. Me gustó la valentía de hacer películas sobre el 11-S como World Trade Center o United 93. Me encantó ver una película sobre la corrupción política que pasó muy desapercibida el pasado año, Todos los hombres del rey. Me maravilla ver cine europeo como Las vidas de los otros. Y ahora me gusta que Hollywood lance una mirada crítica hacia la intervención del Gobierno norteamericano en Irak y Afganistán. Y me encanta que detrás de estos proyectos haya nombres importantes. Redacted y Leones por corderos son películas valientes. Y por eso, por encima de todo, me gustan.

Redacted la he podido ver en un preestreno (llega a los cines mañana viernes) y, como dije en mi blog Un mundo peculiar, tuve la suerte de poder comentarla a la salida con una persona que conoce de sobra la situación de Irak tras la guerra iniciada por Estados Unidos, el periodista Jon Sistiaga. Éste nos contaba que la película refleja muy bien esa realidad, como en las escenas sobre los controles de carretera del ejército norteamericano. Nos decía que, a pesar de que sea una película sobre Irak, cosas como las que se relatan pasan en todas las guerras. En todas partes, decía, sólo hace falta un loco para que estalle un conflicto. En Redacted se ven dramatizaciones de vídeos colgados en Internet, desde denuncias en Youtube hasta reivindicaciones y asesinatos en webs islamistas. Me dio la sensación de que esto fue lo que más poco creíble le pareció.

Brian de Palma ha hecho una película diferente a lo habitual. Es un falso documental. Vemos a un soldado americano grabar con su cámara digital sus experiencias en Irak. Vemos a periodistas franceses rodar imágenes del conflicto. Y vemos vídeos colgados en Internet. Sólo al final vemos imágenes reales. Fotografías de víctimas civiles en Irak. Instantáneas durísimas, como toda la película. Cuando acaban las imágenes y empiezan unos títulos de crédito sin música alguna, el silencio se apodera de la sala. Algún crítico lo ha interpretado como indiferencia ante la película. Yo creo que te deja tan hecho polvo lo que ves que tardas en reaccionar.

Es obvio que De Palma ha hecho una película claramente partidista. Como nos decía Jon Sistiaga, algunas situaciones están muy exageradas (especialmente la del coche que se salta el control de carretera; los americanos disparan y matan a una mujer embarazada. Podría haber sido un hombre de 47 años o incluso uno de esos que ahora llaman "insurgentes", pero no, era una mujer embarazada) para reforzar el mensaje en contra de esta guerra de Irak. Pero no es un panfleto. No me gusta que en el cartel se haya escrito que ésta es "la película que Bush no quiere que veas". Esos mensajes le restan credibilidad y provocan que la gente se crea que va a ver un panfleto ideológico.

Redacted no es un panfleto. Para mí es una película necesaria. Cuenta los hechos anteriores y posteriores a la violación y asesinato de una cría iraquí de 15 años a manos de dos soldados norteramericanos. No es un tema nuevo para De Palma. Hace muchos años, con Corazones de hierro (una película que no sé si muchos recuerdan, fue el mayor intento de Michael J. Fox de convertirse en actor serio, y contaba con el tan espléndido como comprometido Sean Penn), trató un tema bastante similar con la guerra de Vietnam de fondo. Pero como estas situaciones siguen produciéndose en escenarios bélicos, los medios de comunicación (y el cine no deja de serlo) tienen la obligación de ser reflejo de la realidad. De Palma dramatiza y exagera, desde luego, aunque tenga un tono de falso documental, es una película de ficción que además toma partido. Pero no por ello engaña. Merece bastante la pena.

Muy distinta es Leones por corderos. No en cuanto a calidad, porque ambas películas me han parecido bastante buenas, de una calidad más que aceptable y con indudables aciertos cinematográficos. Pero ésta sí es una historia abiertamente de ficción. En realidad son tres historias entrelazadas. Vemos por un lado a dos soldados norteamericanos (un hispano y un negro) que han decidido alistarse en el ejército en contra de la opinión de su idealista profesor y que participan en una misión sobre el terreno en Afganistán. Vemos al senador que ha diseñado esa operación contestar a las preguntas de una veterana periodista que duda de todo. Y vemos a aquel profesor tratar de enseñar a uno de sus alumnos más cualificados que ha caído en la apatía, en esa sensación de que nada de lo que hagamos merece la pena porque no vamos a cambiar nada.
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Lo mejor de la película dirigida por Robert Redford está en las interpretaciones. Ya sé que Tom Cruise no le cae demasiado bien a mucha gente, pero a mí siempre me ha parecido un actor valiente. Desde el comienzo de su carrera se lanzó a actuar con los mejores intérpretes. Y no solía salir malparado. Cruise está impresionante en Leones por corderos. Sus escenas son un brutal duelo de actuación con Meryl Streep. Redford parece que se queda un paso atrás de lo que hacen sus compañeros de reparto, pero está tan correcto como siempre. Y me gustó el chaval con el que dialoga en la mayoría de sus escenas, Andrew Garfield. Le seguiré la pista. Leones por corderos es, por encima de todo, una película muy dialogada. Sin buenos actores, habría fracasado.
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Como Redacted, pero de forma más sutil, Leones por corderos también toma partido hacia el mismo espectro ideológico. Es una película contra los intereses que esconden guerras como las de Afganistán o Irak. Redford tiene para todos. Para los políticos como el que interpreta Cruise, para los medios de comunicación, para los mandos militares. Pero el mensaje que más me gustó es el que menos relación tiene con la guerra de Afganistán o con la de Irak. Me encanta el alegato que hace Redford contra la apatía de la juventud. Él mismo se ha reservado en su papel como actor ese mensaje, con esa parte de la historia cierra la película y es, sin duda, la que más puede calar en el ciudadano de a pie. Porque nosotros no vamos a formar parte de la guerra de Afganistán. Pero habrá otras situaciones que demanden acción. La juventud pierde valores y perspectiva, y contra eso sí hay que rebelarse.
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La parte más sencilla de Leones por corderos es precisamente los retratos algo estereotipados del político, del medio de comunicación o incluso de los soldados en Afganistán (ya hemos visto muchas veces la historia del soldado que se queda atrapado en la línea enemiga), pero eso no le resta valentía. A Redford siempre se le ha acusado de ser blando, pero yo creo que su trabajo es abrir el debate, no cerrarlo. En la película se ven todo tipo de personajes, idealistas y tramposos, soñadores y apáticos. Es el espectador el que decide qué postura se acerca más a sus planteamientos personales. Toma partido, sí, pero de forma sutil. No es un mensaje contra nadie. Es una película para empezar a pensar de nuevo. Y por eso tiene el magnífico final que tiene.

martes, noviembre 13, 2007

Por fin he visto 'Mulholland Drive'...

Por fin, después de unos cuantos años (la película es de 2001), he visto Mulholland Drive. Llevo años escuchando hablar de esta peculiar película de David Lynch, director que a veces me gusta mucho (El hombre elefante o la serie de Twin Peaks) y a veces detesto (Carretera perdida, la película de Twin Peaks). Que es incomprensible, que no tiene ni pies ni cabeza, que en realidad es una obra maestra... Una vez vista, coincido en que es una película incomprensible, pero creo que es algo intencionado por parte del bizarro Lynch. Tengo mi propia interpretación del guión, pero no la voy a revelar para no destrozar a nadie ni el final ni el desarrollo de esta particular cinta.

La mejor prueba de que ni el propio Lynch sabía dónde le iba a llevar la película es una anécdota que aparece en IMDB. Según parece el actor que interpretaba al Cowboy, Justin Theroux, le pidió al director volver a aparecer en la película después de la escena que tiene con el director Adam Kesher, donde le dice que si lo hace mal le verá una vez más, pero que si lo hace bien le verá dos. La respuesta de Lynch fue ésta: "No lo sé, lo averiguaremos juntos". No revelo si vuelve a aparecer. Mulholland Drive es una película, en todo caso, con muy buena fama. Para mí, un cine exagerado y algo pretencioso que tiene algunos puntos de interés.

Le encuentro mucho interés a la misteriosamente resuelta historia de las dos mujeres protagonistas. Parte de lo demás en realidad sobra. Sobre todo en la primera hora, la película tiene multitud de escenas que no tienen aparentemente que ver con esa parte de la trama. Al final sólo algunas cobran sentido. Pero si hay algo que adoro en Mulholland Drive es Naomi Watts. En un cine actual, carente de grandes actrices de las de verdad, Watts es una de las pocas capaces de deslumbrar, capaces de hacer creíble lo increíble, capaces de llenar la pantalla con su sola presencia. Espectacular la candidez con la que aparece en la película, más impresionante aún el giro que adopta su personaje. Mulholland Drive fue la película que dio fama a Naomi Watts, y aunque sólo sea por eso, ya merece la pena.

No es fácil escribir mucho más sobre esta película sin destripar demasiado. Mi sugerencia es que la veáis y juzguéis por vosotros mismos. Lo que sí es seguro es que pocos tendrán una opinión como la mía. Porque ésta es una de esas clásicas películas que odias o adoras, y a mí ni me ha horrorizado ni me ha entusiasmado. Para mí, interesante por momentos pero olvidable en buena medida.

miércoles, noviembre 07, 2007

Tres remakes de títulos ilustres

Hollywood sigue preparando remakes. Tres de los últimos que se han anunciado suponen revisar auténticos clásicos del cine, películas inmortales. Será difícil que los remakes se acerquen a la calidad de los originales...


La nueva versión de Ultimátum a la Tierra la dirigirá Scott Derrickson (El exorcismo de Emily Rose). El increíblemente soso y a la vez muy bien valorado en Hollywood Keanu Reeves dará vida a Klatuu, el alienígena que viene a la Tierra para alertarnos del peligro que corremos. Junto a él estará la excepcional Jennifer Connelly y, probablemente, Kathy Bates. El rodaje comenzará el próximo mes y la película se estrenará en diciembre de 2008. El Ultimátum a la Tierra original era una película que basaba toda su trama en la Guerra Fría. Con aquel conflicto ya enterrado, está por ver qué excusa se le ocurre a los guionistas Ryne Douglas Pearson y David Scarpa para poner en marcha la historia y hacerla creíble.

Parece que el western vuelve a dar señales de vida. El remake que se anuncia para confirmar el regreso del género es el de Solo ante el peligro, la extraordinaria película que en su día protagonizaron Gary Cooper, Grace Kelly, Kathy Jurado y Lloyd Bridges (¡es sorprendente ver en papeles serios a este actor que acabó su carrera en comedias como Hot Shots!). El proyecto todavía no tiene ni director ni una estrella que recoja el testigo de Cooper, que ganó el Oscar por su papel, y el objetivo es comenzar el rodaje a comienzos del próximo año. Solo ante el peligro es uno de los mejores westerns de la historia, una impresionante película rodada casi a tiempo real y con un final mítico en el género. Además de versiones televisivas, la cinta de ciencia ficción Atmósfera cero, con el gran Sean Connery, ya fue un remake encubierto de esta película.

Hitchcock también está siendo objetivo de los estudios para sus remakes. Si Disturbia es una especie de versión de La ventana indiscreta, el próximo título es revisarse será Los pájaros. Que nadie se asuste, que al propio Hitchcock le gustaban los remakes y él mismo se hizo uno de El hombre que sabía demasiado. Martin Campbell, director de Casino Royale, será el encargado de llevar de nuevo Los pájaros a la gran pantalla. Quiere que su estrella sea Naomi Watts, pero no hay nada confirmado y se está reescribiendo el guión en estos momentos. Será difícil llegar a generar tanto terror y tensión con unos animales como hizo el gran Hitch. Una curiosidad: la película original no tiene música en ninguna de sus escenas. Lo fácil hubiera sido subrayar el terror con una orquesta, pero Hitchcock logra lo impensable. Por eso era un genio. Por eso le hacen remakes hoy en día.

domingo, noviembre 04, 2007

'Taxi driver', cine puro

No importa cuántas veces vea Taxi driver, siempre me parecerá una película extraordinaria, sorprendente, magnética. Siempre se encuentra algo nuevo. Siempre produce un escalofrío ver a Travis Bickle (un impresionante Robert de Niro) hablando delante de su espejo con la pistola en la mano. Siempre se ve la maestría de Scorsese en la dirección y de Paul Shcrader en el guión. Siempre se ve un aspecto del Nueva York de los años 70 en el que no había reparado antes. Siempre estremece la maravillosa música de ese genio que era Bernard Herrmann, en lo que fue su último trabajo para el cine, ya que murió al día siguiente de finalizar la grabación. Siempre hay algo que coloca ésta entre las mejores películas de todos los tiempos, que la convierte en un clásico inmortal.

Taxi driver es un impresionante relato sobre la soledad, pero también un descenso redentor a los infiernos. Es la historia de un hombre enfermo, de un auténtico psicópata que descarga toda su ira en menos de dos horas de película, pero que tiene unos objetivos muy claros y, en el fondo, no tan perversos como puede parecer en un principio. Es el antihéroe por excelencia. De Niro borda el papel. No soy capaz de imaginarme a otro en la piel de Travis, por mucho que se llegara a negociar con Dustin Hoffman o con Al Pacino para hacer la película. El gran De Niro estuvo un mes trabajando de taxista doce horas al día, igual que su personaje. Tenía que sentir lo mismo que Travis, entenderlo para plasmar en la pantalla todas esas sensaciones. Y lo consigue, ya lo creo que lo consigue. No hay más que ver su último plano en la película, tremendamente inquietante, para ver la sintonía entre el actor y el personaje.

De Niro y Scorsese llegaron prácticamente juntos al proyecto. Ambos venían de hacer Malas calles y querían hacer Taxi Driver. No todo el mundo sabe que el propio Scorsese se reservó un pequeño papel en la película. Acostumbrados a verle con su imagen actual, es difícil reconocerle con su pelo totalmente negro y con una abundante perilla, pero es el hombre que se sienta en el taxi de Travis y le dice que va a matar a su mujer, cuya sombra se ve en la ventana de la casa de otro hombre. Entre los dos mejoraron el impresionante guión de Schrader, que usó algunos aspectos de su propia vida, escrito en apenas cinco días. El "¿Me estás hablando a mí?" delante del espejo no figuraba en el guión, fue una gloriosa improvisación de De Niro.

La película fue nominada a cuatro Oscar, los de mejor película, mejor actor (De Niro lo perdió ante el Peter Finch de Network), mejor banda sonora (ganó Jerry Goldsmith con esa joya que es La profecía) y mejor actriz secundaria (una Jodie Foster espectacular a sus 14 años, que no pudo rodar las escenas más explícitas sexualmente hablando que había en el guión por ser menor de edad y su hermana mayor, de una talla muy similar, actuó como doble; el premio se lo llevó Beatrice Straight por Network). Ese fue el principio del ninguneo de la Academia a Scorsese, que duró hasta el año pasado, cuando logró la estatuilla por Infiltrados. Aquel fue el año en el que triunfó Rocky.

Cuando triunfa una película tan violenta como ésta, suelen sucederse las críticas por lo explícito de lo que se ve en pantalla. Hay quien cree que filmes así fomentan el uso de la violencia. Y, desde mi punto de vista, se equivocan. Es un estudio sobre la violencia, además de sobre la soledad, es un análisis de la sociedad estadounidense de mitad de los años 70. La violencia forma parte de la vida e ignorarla no va a conseguir que desaparezca. Quien quiera utilizar un modelo para descargar su ira y su odio lo va a encontrar, con o sin Taxi driver. Y si no defendemos este cine, lo único que conseguimos es perder para siempre el trabajo de varios genios que coincidieron en un mismo proyecto. Taxi driver es historia del cine, séptimo arte con mayúsculas, una delicatessen para la vista y para el cerebro, una de esas películas que hacen pensar y disfrutar.

Acaba de salir una muy buena edición de dos discos en DVD. Escuchar a Scorsese hablar sobre los planos innovadores que incluyó (como el travelling a un pasillo vacío mientras Travis habla por teléfono), De Niro o Schrader hablar de la película es un lujo. Y me quedo con una anécdota que revela cuan realista es este filme. Un día entró un hombre en el despacho de Schrader y le preguntó quién le había hablado sobre él para escribir ese guión. ¿Os imagináis lo que puede ser tener delante a alguien parecido a Travis Bickle pidiéndote explicaciones...? Tiemblo sólo de pensarlo...

martes, octubre 30, 2007

La 'Invasión' no funciona


La moda de los remakes llega a películas que ya han tenido varios remakes. Invasión es, ni más ni menos, que la cuarta versión de la misma historia. La de los años 50, La invasión de los ladrones de cuerpos, es una joya, una más de las que nos dejó la ciencia ficción en aquella década. La de los años 70, La invasión de los ultracuerpos (¿de dónde sacaría esa palabra el traductor de turno...?), es una muy correcta muestra de género, digna heredera aunque inferior al original. La tercera, Secuestradores de cuerpos, no la he visto, así que me guardaré el juicio previo que tengo sobre ella. La cuarta, esta Invasión, es una decepcionante película de ciencia ficción algo disimulada que apenas tiene elementos de interés.

Y es una lástima, porque a priori tenía muchos motivos para verla. El primero era precisamente la historia. No desdeño los remakes sólo por ser remakes, e incluso aquellos que no tienen grandes novedades me suelen gustar como nuevas visitas a mundos ya conocidos (me sucedió con la denostada El planeta de los simios que hizo Tim Burton, muy inferior al original, pero endiabladamente entretenida). Pero es que esta cuarta versión pierde hasta los elementos de interés del original. Globaliza demasiado la historia, tanto que pierde toda credibilidad, y lanza mensajes políticos que se quedan en nada (ese mundo pretendidamente perfecto que preconizan los alienígenas se traduce, en los informativos que se ven de fondo en una escena, en un abrazo entre Bush y Chávez, el fin de la guerra en Irak y la paz en Darfour).

El segundo motivo de interés estaba en los nombres detrás del proyecto. El director es Olivier Hirschbiegel, que daba el salto a Hollywood después de rodar El hundimiento. Pero la película que rodó y montó no le gustó a los ejecutivos de la Warner. El productor, Joel Silver, acudió a sus últimos protegidos, los hermanos Wachowsky (juntos hicieron la saga de Matrix) y le recomendaron a James MacTeigue para rodar nuevas escenas y cambiar la película bastante. Incluso se reescribió buena parte del guión. El galimatías que una situación así provoca se traduce en una película confusa y que cambia constantemente de registro sin que sepamos muy bien por qué.

Los actores tampoco me han entusiasmado. Nicole Kidman aparece espectacularmente guapa en la primera mitad de la película, pero la cara de asombro/susto que tiene en toda la película le resta bastante credibilidad. Nada que ver con otras actaciones suyas. Por citar un papel similar en algunos aspectos a este, en Los otros (otra madre que se enfrenta a una situación extraordinaria que no termina de comprender) estaba mucho mejor. Daniel Craig, que viene de trabajar con Spielberg en Munich y de hacer un muy buen Bond en Casino Royale, también decepciona. Poca química entre ellos. Paradójicamente, el actor más convinvente de todo el reparto es el más joven, el debutante Jackson Bond, que da vida al hijo de Kidman. Y, por supuesto, es genial el guiño de ver en un papel secundario a Veronica Cartwright, una de las protagonistas de la versión de los años 70.

Como único punto de originalidad de la película, está la forma en la que se transmite la invasión alienígena. Ya no aparecen esa clásicas vainas, ya no tenemos esos duplicados casi exactos de las personas a las que sustituían los extraterrestres. Ahora es una especie de virus que llega por medio de un transbordador espacial accidentado (hay que admitir el valor de incluir una secuencia así cuando apenas han pasado cuatro años desde el accidente del Columbia) se propaga como si fuera la gripe. Esa variación permite la escena más lograda de la película pero, a la vez, una de las más desagradables que he visto en la ciencia ficción moderna (y no la revelo para no aguar a nadie la sorpresa). Ojo, que no lo digo como crítica o con malestar porque se incluyera en la película, sino como descripción de la secuencia, que seguramente será la más recordada de esta 'Invasión'...

Más que una parábola política como era la película original (que hablaba de maravilla, con el telón de fondo de ciencia ficción, de la Guerra Fría y de la caza de brujas del senador McCarthy), ésta pretende ser una explicación sobre la naturaleza del ser humano. Pero cuando adopta ese tono supuestamente didáctico se nota demasiado y no se mantiene en el discurso general de la película, me imagino que por ese cambio de director. Por eso, la película no llega a tener ritmo, pega saltos incoherentes. Y lo peor de todo es que no genera la tensión (y eso, en parte, se debe a la manía de dejar tan, tan, tan claro quienes están infectados y quiénes no) que en condiciones normales tendría que generar una historia de seres alienígenes que llegan a la Tierra y van sustituyendo poco a poco a todas las personas con oscuros intereses...

No, definitivamente no. Esta 'Invasión' no funciona...

sábado, octubre 27, 2007

'Stardust', una fantasía como las de antes

Hacía mucho, mucho, mucho tiempo que el cine fantástico no dejaba en las pantallas una joya como Stardust. Si este filme se hubiera hecho en los años 80 (con los medios de aquella época, claro) hubiera sido uno más dentro de una colección de películas inolvidables como La princesa prometida, Willow, La historia interminable, Dentro del laberinto, Cristal oscuro y tantas otras. Unas fueron mejores, otras peores, pero todas ellas dejaron un recuerdo imborrable entre quienes las vimos en aquellos años. Ya sabéis que soy un nostálgico de la fantasía de aquella década. Y Stardust me lleva precisamente a esa época, a esas sensaciones. Al estar rodada en una época en la que la fantasía ya no es como antes, ésta se convierte en una película realmente especial.
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Stardust es una aventura tremendamente entretenida, que despliega una imaginación tremenda que hay que atribuir, en primer lugar, a Neil Gaiman. Conozco poco, más allá de su magnífica reputación, de este autor inglés de fantasía y ciencia ficción, que ha tocado prácticamente todos los campos, desde la novela al cómic (Sandman, Los libros de la magia) pasando por el cine (coguionista de la inminente Beowulf, que tiene una pinta impresionante) y la televisión. Stardust es, originalmente, un relato de fantasía escrito por Gaiman que fue publicado en una miniserie con bastantes ilustraciones. Todavía no lo he leído, pero lo haré en breve porque la historia es fascinante.
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También tiene mucho mérito la dirección de Matthew Vaughan. Esta es su segunda película, después de Layer Cake, cinta que no he visto, y ya se ha comprometido para adaptar al cine el cómic de Marvel Thor. Stardust es fantasía, a veces realmente tétrica, a veces más infantil, pero lo que está claro es que es una película para toda la familia. Normalmente cuando se pone esa calificativo quiere decir que es una película estúpida. Stardust no lo es. Su humor funciona casi siempre sin caer en el ridículo en que suelen caer este tipo de producciones con demasiada facilidad. Es divertida, pero no cargante. Es entretenida, pero no trivial. Es bonita, pero no empalagosa. Casi todo funciona bien en el guión, aunque tiene algún pequeño agujero, que seguramente cabe achacar a la ingenuidad de antaño que desprende la película, alejada de los discursos trascendentalistas en los que suele caer la fantasía moderna.
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Y la película funciona porque tiene un puñado de actores maravillosos. Lo mejor de la película, sin duda alguna, es Michelle Pfeiffer. ¿Cómo hemos podido sobrevivir cinco años sin ver a esta impresionante actriz en la pantalla? Tiene 49 años y sigue siendo una belleza impresionante. Ya quisieran algunas veinteañeras de las que tanto se habla en los medios de comunicación, esas que confunden juventud con belleza como si fuera lo mismo, tener la elegancia de la Pfeiffer. Salvo con su voz en la película de dibujos animados de Simbad (muy recomendable, por cierto), no recuerdo que Michelle Pfeiffer haya hecho antes de villana. ¡Y qué villana! He disfrutado con ella como hacía tiempo que no disfrutaba con una actriz en el cine.
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Leí hace poco una entrevista en la que Michelle Pfeiffer dijo esto: "No estaba muy segura de si quería volver. Había una parte de mí que habría estado muy feliz si me hubiese retirado definitivamente. Acepte particupar en Stardus para ver si disfrutaba del regreso, pensando que tal vez ésta iba a ser mi última experiencia y que no iba a actuar nunca más. Pero disfruté tanto que ahora me doy cuenta de que es algo que tiene que seguir estando en mi existencia". Y en la nuestra, sin duda. ¡No te retires nunca, Michelle!
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Anda por ahí un divertido, aunque a veces algo pasado de rosca, Robert De Niro (sigo viendo en él tanto talento desaprovechado...), un majestuoso Peter O'Toole (siempre es un placer ver en la pantalla al mismísimo Lawrence de Arabia, aunque sea en un papel tan breve como éste), una pareja protagonista un pelín sosa (Charlie Cox y Claire Danes son lo más tópico de la historia aunque tampoco es que estén mal) y algún que otro secundario memorable como el mercader que interpreta Ricky Gervais (al que no conocía de nada y veo que es sobre todo un actor de televisión). o el guardian del muro. Todo ello con un lenguaje más moderno con el que el director considera que ha hecho "una película fantástica-no fantástica". Extraña definición, la verdad...
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Y tenemos unicornios, brujas malvadas, cazadores de rayos, piratas, estrellas, magia, traiciones y ansias de poder, la gran historia de amor y, sobre todo muchísima imaginación. Para todo, para el desarrollo de este particular universo y para situaciones que, de verdad, no se habían visto antes en el cine de género (y me encantaría hablar de un par de ellas, pero ¿por qué destriparos el final si puedo animaros a que lo veaís en el cine...?). Fantasía pura y un entretenimiento de primera. Hacía mucho que no disfrutaba tanto con una película de género como ésta.

martes, octubre 23, 2007

'El jorobado de Notre Dame', una joya no tan conocida de Disney

Disney vivió años de esplendor en los años 90, comenzó una auténtica época dorada. La Sirenita abrió el camino, La Bella y la Bestia (siempre será mi favorita junto con el clásico que es y siempre será Bambi) se convirtió en todo un hito al convertirse en la primera película de animación que pudo ganar el Oscar al mejor filme, Aladdin y El Rey León destrozaron las taquillas... Y muy poca gente se acuerda de que una de las siguientes películas que hizo Disney, quizá su última obra maestra de ese periodo (con permiso de Tarzan, que veo como una película injustamente infravalorada) fue El jorobado de Notre Dame. A pesar de que no es uno de los títulos más conocidos y reconocidos, siempre he pensado que es una de las mejores películas que salió del estudio, unas de las más ricas y completas.

Los seis primeros minutos de la película son simplemente magistrales, uno de los mejores prólogos que se han visto nunca en una película de animación. Sí, El jorobado es una película de dibujos animados. Sí, es un musical. Sí, tiene secundarios cómicos para que disfruten los más pequeños. Pero la historia, basada en la espectacular, oscura y dramática obra de Víctor Hugo, no podía reflejarse en una película sólo para niños. Ese prólogo es oscuro, duro, violento y dramático, seis minutos perfectos, vibrantes y brillantes. Contado como un cuento para niños, descubrimos el origen de Quasimodo, el campanero de la magnífica Notre Dame, cómo llegó allí y quién es el responsable.

Y en esa escena conocemos a uno de los mejores villanos modernos de Disney: el juez Frollo. Víctor Hugo retrató a un mandatario eclesiástico, pero Disney optó por convertirlo en magistrado y darle el poder en París. El estudio esgrimió ese motivo para justificar el cambio, pero es obvio que hubiera habido protestas si ese comportamiento lo mostrara un cura en una película de dibujos animados. Y es que hay dos motores en esta película para explicar las motivaciones de los personajes. El primero, muy habitual en Disney, el amor. Quasimodo y Febo se enamoran de Esmeralda, y ella siente cariño por el primero y amor por el segundo.

Pero Frollo es otra historia. La lujuria es lo que le mueve. Y hay que ser muy valiente para expresar eso es una película de dibujos animados. Es sencillamente espectacular ver cómo la canción de amor de Quasimodo se transforma, temática y visualmente, en el grito lujurioso de un Frollo que clama ante la atenta mirada de unos ficticios inquisidores que parecen salidos del mismísimo infierno. Este es uno de los mejores números musicales que jamás ha metido Disney en sus películas (por cierto, en castellano es Constantino Romero quien dobla a Frollo y quien canta sus canciones).

Tan adulto estaba quedando el contenido visual de este filme, que esta escena llamó la atención de la asociación norteamericana que se encarga de calificar las películas y le llevó a pedir que las líneas de la ropa de la Esmeralda que Frollo ve bailando en el fuego quedaran mejor definidas, para que no diera la impresión de que la gitana está desnuda. Y es que El jorobado de Notre Dame puede ser el primer filme Disney que utiliza de una forma tan abierta y expresa el deseo sexual. Ese uso es tanto visual (el baile de Esmeralda en el Festival de los Locos es, como poco, sugerente) como narrativo.

La animación es de las más conseguidas de la época y, si no me falla la memoria, fue el primer título de este género que utilizó el ordenador para generar escenas de masas. Los paisajes de París y de Notre Dame, ya desde el excepcional comienzo de la película (Notre Dame observada por encima de las nubes en un travelling que acaba en las calles de la capital francesa), son el marco perfecto para la historia.

Y como colofón, cuenta con la mejor banda sonora escrita por Alan Menken (no encuentro otra partitura que haya sabido utilizar los coros de una forma tan maestra como la de El jorobado), quien fue dueño de los Oscar musicales durante tantos años con su trabajo para Disney y que, curiosamente, se quedó sin estatuilla por este título (siempre he pensado que este es uno de los premios más esquizofrénicos de la Academia, en el que casi nunca estoy de acuerdo; aquel año el ganador fue Gabriel Yared por su correcta música para El paciente inglés).

El jorobado es una joya de Disney. Una joya que muchos no han descubierto todavía y, sin duda, el mejor camino para conocer la obra de Víctor Hugo si todavía no la habéis leído.